«No hay que pedirle a Obama lo que no puede dar»
El próximo lunes se cumple un año de la victoria en las urnas de Fernando Armindo Lugo. El obispo de San Pedro, una humilde región del interior de Paraguay, colgó los hábitos para entregarse a la política y logró vencer 60 años de hegemonía del ... Partido Colorado. En ocho meses de Gobierno, Lugo -que cumplirá 58 años en mayo- no ha logrado colmar las expectativas de la población. Anuncia un cambio de ministros y confía en que el reconocimiento de un hijo concebido durante su época de religioso no le cueste la Presidencia.
- El 20 de abril se cumple el primer aniversario de su victoria electoral. ¿Ha pasado rápido el tiempo?
-Para nosotros sí, pero muchos esperaban resultados más rápidos. La ciudadanía tenía otras expectativas.
-¿Cuál ha sido su principal problema para no poder ofrecer resultados?
-El Ejecutivo es un poder del Estado que tiene las manos atadas para hacer algunos cambios. No nos ha sido fácil sortear nuestras propias leyes para poder avanzar. Tenemos un parlamento sin mayoría, tuvimos que hacer un presupuesto en quince días sin tiempo para incluir elementos de deuda social y, por si fuera poco, la crisis mundial. Por más que estemos lejos de ese centro de gravedad nos afecta mucho.
- Si tuviera ocasión de pedirle algo a Barack Obama en la Cumbre de las Américas, ¿qué sería?
-Tiene que cambiar el rostro de Estados Unidos, especialmente en América Latina. Creo que Cuba es un tema también ineludible para él. Pero Obama no es el único poder en Estados Unidos. Hay otros, como sucede en Brasil o en Paraguay. Las cosas no dependen exclusivamente del Ejecutivo. No hay que pedirle a Obama lo que no puede dar. Lo que sí podemos exigirle es iniciar este siglo XXI, una vez que ha pasado el tiempo de la guerra fría y del neocolonialismo, con relaciones equitativas, respetuosas con todos los países de América Latina, pequeños y grandes. Eso es lo que le pediría a Obama.
-Cuando advierte que el tema Cuba no se puede eludir, ¿exactamente qué es lo que propone?
-En la última reunión del Grupo de Rio todos los países, por unanimidad, consideramos que con Cuba se ha cometido una injusticia histórica que exige una reparación y una reconciliación. Esta inquietud se ha trasladado incluso a la OEA. Creemos que el bloqueo no tiene sentido, que una Cuba aislada hoy no tiene sentido. Las causas de su exclusión en el concierto de las naciones han sido históricamente injustas.
-¿Usted cree que en Cuba se respetan los derechos humanos?
-No quiero entrar a detallar o a enjuiciar procesos de otros países pero creo que Cuba, como cualquier otro país, tiene sus fortalezas y sus debilidades. Nadie le puede negar lo que ha hecho desde la revolución con el tema de la educación, fue de los primeros países en estar libre de analfabetismo y en aplicar un sistema de salud sin exclusión para toda la población. Son dos banderas que nadie puede dejar de reconocer. El fortalecimiento de la democracia es otro tema. Pero también podemos hacer otra pregunta: ¿Respeta Estados Unidos los derechos humanos de Irak?
-¿Considera que Cuba y EE.UU. son sistemas iguales?
-Creo que muchas veces los juicios desde lejos son injustos. No quiero enjuiciar a un país o al otro. No quiero decir si uno es mejor que el otro. Simplemente quiero decir que tienen sus procesos de desarrollo. Todos tienen fortalezas y debilidades. Lo que yo señalo es que históricamente el pueblo de Cuba por decidir tener un proceso diferenciado del resto de América Latina se le ha tratado injustamente al excluirlo.
-¿El “proceso diferencial” como usted se refiere a Cuba es una dictadura o no?
-Si uno le pregunta a un cubano convencido de la revolución le va a decir que no...
- Pero yo le pregunto a usted…
-Yo no conozco mucho Cuba. Estuve en una ocasión. Pero tiene ciertos síntomas de participación ciudadana que no tenemos los otros pueblos que nos llamamos democráticos. Sí tiene otros síntomas de un régimen fuerte, sobre todo de cierta falta de respeto a la libertad, a la comunicación...
- Evo Morales defiende en el mundo la legalización de los cultivos de hoja de coca. Paraguay es el primer productor de América Latina de marihuana y ésta se considera la de mejor calidad en el mundo. ¿Va a pedir su legalización?
-(Sonríe) En Paraguay tenemos muchas cosas que son de la mejor calidad, pero no, no voy a pedir la legalización de la marihuana.
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