Martín Berrocal, del toro al papel rosa
POR ROSA BELMONTEMADRID. En uno de los desfiles de trajes de flamenca de su hija, Vicky, José Luis Martín Berrocal, un filón para la prensa, dijo a los periodistas que le preguntaban sobre su salud
POR ROSA BELMONTE
MADRID. En uno de los desfiles de trajes de flamenca de su hija, Vicky, José Luis Martín Berrocal, un filón para la prensa, dijo a los periodistas que le preguntaban sobre su salud que lo suyo era ir «dando sustos de año ... en año» y que ya lo verían al año siguiente en el hospital (había sufrido un infarto hace años, padecía hemofílicoy fue intervenido de una cardiopatía isquémica). Ayer lunes dio el último y definitivo susto al no superar un derrame cerebral.
Muy vinculado al mundo del toro, Martín Berrocal fue empresario del transporte, promotor de boxeo y presidente de clubes de fútbol (del Recreativo de Huelva en los 60 y del Logroñés en 2003, además de intentarlo con el Atlético de Madrid en los 80). Ganadero, empresario taurino y apoderado (de Dámaso González o de sus propios yernos Manuel Díaz o Juan Mora, casado con Marisa, su hija mayor), su última relación con el mundo del toro fue la ganadería Cernuño pero los problemas judiciales le llevaron a desprenderse de la misma y centrarse en sus fincas y en proyectos urbanísticos. En enero de 2007 fue condenado a dos años y medio de cárcel y al pago de una multa de 600.000 por cobrar fraudulentamente 381.000 euros en concepto de subvenciones comunitarias a la producción de aceite de oliva.
Pero al margen de su variopinta trayectoria profesional, la gran popularidad de José Luis Martín Berrocal venía de ser el padre de Vicky Martín Berrocal, uno de los cinco hijos que tuvo de dos relaciones (nunca se llegó a casar). Y la popularidad de Vicky, que en la actualidad concursa en «¡Mira quién baila!», venía en origen de su matrimonio con Manuel Díaz «El Cordobés», a quien, según informa Hola.com, la muerte de su ex suegro ha pillado fuera de España. Partió hace unos días a Venezuela, país de Virgina Trocone, la mujer con la que se casó el rubio torero tras su separación de Vicky, con quien tuvo una hija, Alba.
Como pasaba con el padre de Julio Iglesias, José Luis Martín Berrocal fue un personaje muy agradecido para los reporteros de la prensa del corazón. Siempre presto a contestar a un micrófono, traspasó con desparpajo la delgada línea rosa que separa al empresario conocido del padre de la famosa, entrando al trapo fácilmente. Ya fuera con Sara Montiel (que tenía que haber sido la madrina de su nieta Alba y que se rebotó tras las críticas alegando problemas de bebida en el caballero), con Virginia Troconi, la nueva (de quien dijo que era «bajita, pequeña y tiesa») o con la presunta relación de su hija Vicky con el futbolista brasileño del Betis Denilson Oliveira («Lo de Vicky y Denilson lo veo un poco oscuro»). Poco extrañaban a quienes le conocían las salidas de tono de un personaje tan peculiar. Cuando fue empresario de la Monumental de las Ventas (en 1980) pegó fuego al entonces polémico burladero del «7». Cuando en los tendidos sólo había cemento, eso sí.
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