Assange enseña a Évole los correos que demostrarían que su escándalo sexual es un «montaje»
El fundador de WikiLeaks responde a Jordi Évole en la embajada de Ecuador en Londres, donde lleva recluido un año
Assange enseña a Évole los correos que demostrarían que su escándalo sexual es un «montaje»
«A menudo los periodistas me preguntan qué tal estoy y parece que quieran escuchar que estoy sufriendo terriblemente». Con estas palabras respondía Julian Assange a la primera pregunta de Jordi Évole en el «Salvados» de este domingo. No en vano, ... el encuentro tenía lugar en la embajada de Ecuador en Londres, donde el fundador de WikiLeaks lleva recluido casi un año. «Estoy haciendo el trabajo de mi vida», aseguraba a pesar de todo el periodista australiano, que fue declarado «enemigo de Estado» por EE.UU. debido a las informaciones comprometidas que su portal publicó sobre este gobierno.
Algunos medios británicos como «The Guardian» destacan hoy el momento de la entrevista en que Assange leía unos correos electrónicos de la Agencia de Espionaje Electrónico del Reino Unido, la GCHQ, que revelan conversaciones «desclasificadas» entre espías: «Intentan arrestarlo por eso... parece definitivamente un montaje... », leía el fundador de Wikileaks, que apuntaba a los cargos de violación que pesan sobre él según el gobierno de Suecia.
A la pregunta del presentador sobre si no temía que WikiLeaks acabase convertido en un medio más de la prensa amarilla o del corazón, su creador se defendía con sólidos argumentos: «Llevamos seis años publicando y lo hemos hecho bien en todos y cada uno de los casos». Assange, que permanece en la residencia del embajador ecuatoriano ante la amenaza de detención también por parte del gobierno sueco, por el supuesto delito de violación, asegura: «Si salgo sería inmediatamente arrestado» .
En un programa dedicado a la transparencia política, Évole quiso contar con el valioso testimonio del fundador del portal que difundió, por ejemplo impactantes documentos sobre la guerra de Irak, que dieron la vuelta al mundo, y siempre bajo la misma premisa. «El Estado no es propietario de nada, las informaciones pertenecen a la gente. Así que, por defecto, todo documento que controle el Estado, debe ser un documento público », explica Assange.
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