Prealerta cofrade

En ese contexto salió en viacrucis el señor Yacente del Santo Entierro. La hermandad dijo haber previsto todas las alternativas pero, según reconoció su hermano mayor a 'El Llamador', se «tiraron a la calle» aunque no las tenían todas consigo. «Nos ha salido bien, aunque podía habernos salido mal», admitía Fermín Bernabé Vázquez con la adrenalina en los labios tras lo que denominó una «pequeña maratón», concluida con éxito con la talla de Juan de Mesa por las calles de Sevilla. Lo dijo mientras comentaba que ésta era «una ocasión que no podían dejar pasar», y que ha supuesto un «subidón» para su hermandad. Sobre todo, por lo visto, en las redes sociales. Fue, en el argot 'new age' cofradiero, una 'jornada histórica'.

Para entonces, la euforia se desataba frente a los cautelosos que temieron ver al Señor expuesto al granizo que cayó sobre Sevilla poco después de llegar a la Catedral, o al fuerte chubasco que descargó justo cuando se cerraron a la vuelta las puertas de San Gregorio. En una televisión llamaron a esos precavidos los «agoreros». Esto evidencia que hay un debate con una tendencia favorable a arriesgar para evitar la desolación de una salida frustrada. El Santo Entierro (quién lo diría) confirma la tendencia pro temeraria, lo que nos prealerta de la borrasca que tenemos encima. Ya se estará componiendo la marcha: 'Clarito milagroso'.

El viacrucis se rezó en la Catedral. Se hubiera celebrado de todas formas, aunque algunos piensen que ir a un viacrucis consiste en ver pasar las andas y hacer fotos a la imagen. Pronto, Lola Pons podrá incorporar 'viacrucis' a su diccionario sevillano como «pequeña procesión».

Hay que felicitar al hermano mayor del Santo Entierro y a su Junta de Gobierno, porque el Cristo no se mojó. También al responsable de la Agencia Estatal de Meteorología en Andalucía, Juan de Dios del Pino. Y de paso, por la parte que le toca, al jerezano Jesús Huerta, presidente de Loterías y Apuestas del Estado.

No se rían. Con tanta metáfora deportiva las casas de apuestas se apuntarán pronto al espectáculo. Siento el chaparrón, pero tenía que mojarme.