El Señor del Soberano Poder de San Gonzalo cumple medio siglo de su hechura

De la talla, los estudiosos han resaltado que es «tan portentosa que refleja toda la dignidad, belleza y serenidad de Jesucristo en el instante mismo en el que se proclama Hijo de Dios». Forma parte de la época en la que Ortega Bru estaba en su madurez artística y así se observa en la disposición física, la cual muestra la cabeza inclinada hacia abajo y hacia la izquierda, siguiendo el ritmo de la composición global del paso de misterio actual, sin volver la mirada totalmente hacia Caifás.

La hermandad había preparado una serie de cultos extraordinarios evangelizadores por el barrio de Triana y Los Remedios pero finalmente, la Archidiócesis de Sevilla no los ha aprobado. Estaba previsto que el titular visitara varios templos del distrito donde se iban a celebrar diversos actos por el medio siglo de su hechura. San Gonzalo sí ha obtenido el beneplácito por parte del Palacio Arzobispal de cambiar sus reglas para que la imagen pueda presidir un vía crucis cada cuarto viernes de la Cuaresma.

Volviendo a los detalles del Señor del Soberano Poder, los gestos del rostro son marcados y proporcionados con ojos tallados y pintados en la madera y tiene unos labios que configuran la boca entreabierta, en la que se pueden adivinar los dientes y la lengua, marcando con realismo la acción de hablar. El análisis global demuestra «una actitud física valiente e incluso atrevida» con la que está concebida por el artista de San Roque.

El autor, según los análisis realizados por historiadores del Arte, «sorprende al crear un cuerpo en movimiento y en una disposición casi imposible». En el Señor, hay «una fugacidad de un impulso marcado pero también serenado».

El cuerpo está tallado completamente y anatomizado con una zancada no muy potente pero determinada ante la imagen de Caifás. La pierna derecha se flexiona hacia delante, mientras el pie se asienta con firmeza en el suelo. Destaca en la peana el lema 'Yo soy' y en el cuerpo, el mensaje que dejó Ortega Bru: 'Mi Cristo para Sevilla'.

A lo largo de estos 50 años, el Señor del Soberano Poder ha protagonizado el vía crucis de las cofradías en 2011 con un traslado a la Catedral fugaz debido a que estuvo lloviendo gran parte de ese primer lunes de la Cuaresma. También, cada cierto tiempo, la talla salía en un rezo piadoso por el Barrio León.

La devoción que arrastra la imagen se puede ver cada día en la parroquia cuando los fieles lo visitan en su altar junto a la Virgen de la Salud, en los cultos de la corporación, en el besapiés y sobre todo, el Lunes Santo, jornada en la que verlo en el paso de misterio es uno de los momentos cumbre de la Semana Santa.