Se pelean en First Dates por el rebujito: «No es de Sevilla»
Dos solteros en busca del amor, han aprovechado la noche del folclore en el programa de Carlos Sobera para defender sus tradiciones
El léxico de la Feria de Abril de Sevilla: sí al rebujito, no a los faralaes

En el camino del amor, no importa la edad, pero sí pueden importar –y mucho– los matices culturales. Las primeras citas están llenas de expectativas, nervios y detalles que, por pequeños que parezcan, pueden marcar la diferencia. Y en First Dates, donde las tradiciones y el carácter de cada soltero salen a relucir con fuerza, hasta una bebida como el rebujito puede convertirse en el centro de una inesperada polémica.
La cita en cuestión reunió a Víctor, un jubilado sevillano y exdirector de colegio, con Julia, una soltera de 65 años llegada desde Fuengirola. Desde el primer momento, la conexión parecía prometedora: trajes de flamenca, sonrisas cómplices y un entusiasmo compartido por el arte andaluz. Carlos Sobera los guió hasta su mesa para lo que prometía ser una velada llena de sabor y sentimiento sureño.
Todo fluía con naturalidad: conversaciones sobre sus antiguas profesiones, recuerdos familiares, y un entusiasmo común por el baile y las ferias regionales. Sin embargo, al brindar e invitar a la mesa vecina a un rebujito, Víctor afirmó con total seguridad que esa era la bebida por excelencia de Sevilla. Julia, sin perder la sonrisa, le corrigió: «No es de Sevilla, es de todas las ferias de Andalucía». Y ahí comenzó un pequeño choque de perspectivas.
La soltera malagueña no tardó en sacar a relucir su bebida local favorita, el Cartojal, muy típico en las fiestas de Málaga, aunque completamente desconocido para Víctor. Entre risas y leves diferencias, quedó patente que el orgullo regional puede pesar más que la coquetería en una primera cita.
A pesar del desacuerdo, la pareja se animó a bailar una sevillana con arte y complicidad, dejando ver que también compartían afinidades. Pero cuando llegó la hora de decidir si habría una segunda cita, las diferencias se impusieron. Víctor confesó que, aunque lo había pasado bien, Julia no encajaba en su ideal de pareja. Ella, por su parte, también descartó continuar, alegando que no sentía atracción física.
Así, una noche que comenzó entre palmas y trajes de volantes terminó sin futuro romántico, pero con una conclusión clara: en Andalucía, hasta el rebujito puede ser motivo de debate... incluso cuando se busca el amor.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete