Razones para dejar de ser un residuo

En la actualidad, a partir del polvo y granulado de caucho que se obtiene tras el reciclado de los neumáticos al final de su vida útil se fabrican mezclas asfálticas o guardarraíles ideados para reducir la alta siniestralidad de los accidentes de motoristas. También se incorporan a los suelos de superficies deportivas y zonas de recreo o a las suelas del calzado. Y permiten atenuar las vibraciones de las vías férreas , así como aislar térmica y acústicamente las viviendas.

Sin embargo, la aplicación potencial de los neumáticos al final de su vida útil se ve limitada, opinan desde Signus, por la consideración que éstos poseen como « residuos »; con las consiguientes cargas legales, administrativas y fiscales que implica tal juicio, las cuales «ralentizan el desarrollo de nuevas vías de recuperación».

A finales de 2017, junto a la Federación Española del Reciclaje , Signus presentó un documento al entonces Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente donde detallaba cómo el caucho reciclado procedente de neumáticos al final de su vida útil reúne las condiciones que la normativa europea propone para que éstos puedan dejar de denominarse «residuo»: existen usos específicos consolidados , así como un mercado estructurado para ellos, que satisfacen los requerimientos técnicos y cumplen la legislación existente para evitar riesgos sanitarios y medioambientales. Tanto la Estrategia Española de Economía Circular (horizonte 2030) como el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (vigente hasta 2022) coinciden en promover la aplicación de tales criterios comunitarios. «Esto permitiría transformar un residuo en una materia prima secundaria, fortaleciendo el mercado de su reciclaje y su industria y asegurando la calidad de los mismos», insisten desde el SIG. En Europa, recuerdan, países como Reino Unido , Países Bajos y Portugal ya han establecido los criterios de fin de condición de residuo para el caucho procedente de neumáticos al final de su vida útil.