Yebra, la historia de un pueblo unido en contra de un posible cementerio nuclear

Sánchez tiene apenas dos semanas para decidir si quiere que el municipio que gobierna albergue o no el nuevo ATC. Si al final se postula como candidato, los dirigentes del Partido Popular de Guadalajara , miembros de su propio grupo político, pondrían en marcha los mecanismos necesarios para valorar si eso constituye una falta disciplinaria de los estatutos y, «seguramente», se iniciaría un expediente disciplinario contra él, que podría acabar en expulsión.

Pero no sólo el PP de Guadalajara ya ha dejado claro que está en contra de que la provincia alcarreña o la región alberguen este tipo de almacenamiento nuclear . También lo ha dejado claro el PSOE y el Gobierno regional y, sobre todo, los habitantes de la zona.

Desde el año 2005 existe una plataforma ciudadana con un único objetivo: «No al cementerio nuclear en Guadalajara» . Desde entonces han realizado numerosas manifestaciones para hacerse oír. La última, una semana antes de que el Gobierno aprobara la convocatoria para elegir al municipio que albergará el ATC. La plataforma convocó una «Caravana radiactiva» que partió desde las poblaciones de Almonacid de Zorita y Mondéjar y que concluyó en Yebra .

En total, más de 300 vehículos, la mayoría tractores, y 1.000 personas recorrieron 8 kilómetros para reivindicar su postura. Los vecinos de Yebra comentaban que no habían visto tal cantidad de tractores concentrados en su pueblo, y menos aún en plena temporada de siembra y recogida de aceituna, lo que pone de manifiesto el apoyo que este pueblo recibe de las localidades de su alrededor.

El colectivo de agricultores tuvo un protagonismo especial en la caravana dada su preocupación por el hecho de que se instale el ATC «en una comarca en la que el vino y la miel son productos con denominación de origen» . De hecho, el alcalde de la localidad de Mondéjar , Aurelio González, incidió en que ningún dirigente local tiene derecho a decidir por toda una provincia y animó a todos a continuar con esta lucha.

El mayor temor de los habitantes de Yebra es que en un «futuro nadie quiera adquirir los productos de la comarca y que las tierras no se puedan vender nunca ». Así lo manifestó el presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Yebra, Juan Ángel Barco quen indicó que «ya hay varias personas que adelantaron dinero para adquirir casas y, al enterarse de la posibilidad del ATC, han preferido dejar de pagar y perder ese dinero en vez de quedarse» .

Además de los agricultores, los empresarios de la zona también han mostrado su preocupación ante los insistentes rumores sobre la ubicación del ATC en Yebra . Francisca Gómez, presidenta de la Asociación de Empresarios de Yebra, cree que la instalación del ATC acabará con el turismo de la comarca «que tiene entre sus lugares a visitar la monumental Pastrana, los hallazgos arqueológicos de Recópolis o la reserva fluvial del río Tajo». Por ello pidió a los responsables políticos que «se den igual de prisa en hacer la Autovía de la Alcarria que en hacer un ATC» .

Industria y la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) no sólo barajan la posibilidad de instalar el cementerio nuclear en Yebra . Otros pueblos que resuenan como posibles candidatos, aunque sus alcaldes no lo afirmen, son Tivissa y Ascó, ambos pertenecientes a la provincia de Tarragona y gobernados por CiU; Merindad de Cuesta Urria (del PP, en Burgos) y Vandellòs, también de Tarragona.

Lo cierto es que todos los municipios situados en territorio español tienen hasta el 30 de enero para presentar su candidatura y cualquiera podría albergar el nuevo ATC ya que los requisitos que se exigen no son demasiados. En el examen de los lugares se tendrán en cuenta los terrenos (topografía, geotecnia, hidrología, etc), el entorno (infraestructuras, distancias, acometidas eléctricas, etc), las características socioeconómicas y ambientales y las ayudas que los ayuntamientos pongan a disposición del proyecto.