Desempañe así los cristales

Para desempañarlos a la vez y no convertir el coche en una sauna basta pulsar un par de botones, empezando por la luneta trasera, que cuenta con filamentos (resistencia térmica) que se calientan rápidamente, y siguiendo por el aire acondicionado, que hace el trabajo rápida y silenciosamente.

Activar la opción de recirculación del aire es perjudicial para desempeñar las ventanillas y parabrisas, porque se hace circular el aire caliente que contiene toda la humedad del interior. Es mejor que entre aire exterior.

Lo ideal es conectar el aire acondicionado a una temperatura correcta, enfocando el chorro de aire hacia el parabrisas y a los laterales del coche (ventanillas), con el ventilador en posición intermedia; es decir, que se note que hay corriente hacia los cristales que queremos desempañar. Bastará un instante, hasta que se estabilicen las temperaturas.

Precisamente, la temperatura correcta del habitáculo ayuda mucho. No es necesario regular el aparato de aire para que tengamos 28ºC dentro del coche: bastan unos cómodos 18 ó 19ºC grados (que en invierno consideraremos «calor», sobre todo gracias a la ropa) para que se note el efecto sobre los cristales empañados. No tiene sentido agobiarse dentro del coche y gastar combustible extra.

A todo ello, jamás frotaremos con un trapo (o con la manga) el interior del cristal para desempañarlo. Limpiar el cristal por dentro es complicado si no se hace correctamente, y desde luego usar la manga del jersey no es la forma correcta. De hecho, si pensamos en esto la limpieza interior de nuestros cristales ayuda a que no se empañen, más aún si una vez limpios aplicamos una capa de producto antivaho.