Lleve a los niños bien sentados, hasta dormidos

Diferentes investigadores apuntan que el desplazamiento «fuera de posición» de los ocupantes puede suponer una limitación de la eficacia de los sistemas de retención . Este problema podría agravarse en niños que utilicen un SRI de los grupos II y III (se valen del cinturón de seguridad del propio vehículo), así como en niños mayores que ya no usan SRI , especialmente dormidos.

El ensayo se ha fijado en niños de edades aproximadas entre 6 y 14 años, usuarios de SRI de grupos II y III (entre 15 y 36 kg y que midan menos de 135 cm) y en los que ya no están obligados a utilizar SRI (más de 135 cm) y se limitan a abrocharse el cinturón de seguridad de adultos. Se trata de una población de alto riesgo porque su cuerpo tiene menor tolerancia fisiológica que el de un adulto, sobre todo cuando viajan dormidos , cuando su cuerpo queda en una posición más vulnerable.

Los simulacros de Centro evaluaron configuraciones de colisión con elevador y respaldo, solo con elevador y también sin usar ningún sistema infantil , valorando un niño bien sentado y situaciones en las que estuviera dormido, con la banda torácica apoya sobre el brazo; fuera de posición; y con el cinturón está apoyado en el cuello.

El estudio se centró en colisiones por alcance, frontal y lateral, y como conclusiones determina que el diseño de los SRI influye en los resultados obtenidos por su interacción en la fijación del cinturón, en particular las guías de las bandas torácica y abdominal. Y concluye que el uso de elevador con respaldo permite mejor ajuste de la banda torácica del cinturón y reduce de forma importante el movimiento lateral de la cabeza, por lo que favorece el mantenimiento «en posición» también durante el sueño.

Mala práctica La mayoría de los padres usa correctamente las sillitas infantiles y están concienciados de que son imprescindibles cuando viajan menores. Pero un 10% no siempre lleva al niño sentado y abrochado a estos dispositivos , bien porque el pequeño esté enfermo, molesto o llora. Además, otro 36% de padres utiliza de forma inadecuada las sillitas, lo que puede provocar serias lesiones en los pequeños. Arneses holgados y cinturones mal guiados son errores frecuentes al colocar a nuestros hijos en su sillita, malas prácticas que suelen producirse cuando los niños son más pequeños.

Una investigación del RACC y Jané revela que existen otras asignaturas pendientes para garantizar mayor seguridad a los pequeños que viajan por carretera. La mayoría no cambia la sillita de asiento, lo que puede generar con el tiempo una mala instalación o una insuficiente tensión de los cinturones; tampoco la prueba cuando la compra ni revisa la instalación antes de que el niño suba a ella.

Por cierto: algo más de la mitad de los conductores sitúa el dispositivo detrás del asiento del pasajero, otro 42% detrás del conductor y solo un 6% en el asiento del medio , la posición más segura.

Por grupos, los errores más frecuentes y sus consecuencias son:

- Grupo 0+ (0-13kg): concentra el mayor índice de malos usos, con un 43% de niños mal colocados, arnés de sujeción holgado y cinturones para fijar la sillita mal guiados que pueden provocar lesiones en la cabeza.

- Grupo I: predominan los arneses holgados, el mal guiado de los cinturones y que el niño coloque los brazos por encima del arnés y las dobleces. Un arnés holgado puede provocar lesiones en la cabeza.

- Grupo II: mal guiado de los cinturones, cinturón holgado (con riesgo de lesión en cabeza y torso), cinturón debajo del brazo, sillita que no corresponde al peso.

- Grupo III: Mal guiado de cinturones (con riesgo de lesión en el torso), sistemas de retención que no corresponden al peso del niño, cinturones holgados o muy altos, por debajo del brazo e incluso por detrás de la espalda.