¿Cómo distinguir una réplica?
Los artesanos que fabrican réplicas se esmeran tanto que, a veces, es imposible distinguirlas del original. Así ocurre con el Ferrari 330 , que suele transformarse en un Ferrari 250 GTO (del que sólo se fabricaron 36 unidades). Sólo los certificados de fábrica y especialistas acreditados acreditarán de qué modelo se trata. En otras ocasiones es más sencillo: hay detalles, aún sutiles, como el número de tornillos que fija la culata al bloque o el sonido de la mecánica, que puede ser muy revelador.
¿Se puede comprar la réplica de un coche? ¿Cómo se mantiene?
Lo primero a tener en cuenta es que es un modelo original, aunque el exterior esté cuidado al detalle. Puede que el interior sea una «asignatura pendiente», como el motor y su potencia , aunque en contrapartida pueden consumir mucho menos .
También aseguran revisiones y seguros más baratos. Ojo, el primero sólo cubrirá el vehículo tal y como salió de fábrica, pues la estética se considera un «kit accesorio», por lo que cualquier daño en este apartado tendrá que ser cubierto por el propietario. Es importante que el vendedor facilite el contacto del fabricante y el de talleres especializados en este tipo de reparaciones.
Y para pasar la ITV , habrá que tener toda la documentación en regla . Esto supone que las modificaciones deberán reflejarse en la ficha técnica y todas las piezas montadas tendrán que estar homologadas por el organismo pertinente.
Réplicas de coches, ¿merecen la pena?
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete