«Esto es dantesco, es dramático»

A las 23.20 horas, el 112 recibía la llamada de auxilio desesperada de 9 de los ocupantes del autocar, que habían conseguido salir por su propio pie del vehículo siniestrado, informaban del accidente y contaban que los demás seguían en el interior. Comenzaba entonces la confusión entre el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Bullas, que recibía la noticia e intentaba comprender la dimensión del horrible accidente, al tiempo que localizar a compañeros de corporación, amigos y familiares, para facilitar la información más precisa posible a sus vecinos.

«El presidente de la Comunidad está en camino», relataba en los primeros momentos de confusión el primer edil de Bullas, nada más llegar al lugar de los hechos. «Aquí están ya el consejero de Presidencia y el director general de Emergencias, Luis Gestoso, que va a ser quien coordine toda la información», trataba de explicar conmocionado Pedro Chico, que informaba que eran nueve mujeres y un hombre los fallecidos hasta el momento.

Al lugar del accidente fueron acercándose los familiares de los ocupantes del autobús, que eran atendidos por las unidades de intervención psicosocial del Servicio de Emergencias 112, de Cruz Roja y de Protección Civil del Ayuntamiento de Murcia.

Dos vehículos de bomberos de Espinardo y compañeros de Hellín trabajaban con cuidado para excarcelar los cuerpos del amasijo de hierros en que había quedado convertido el autobús, después de estabilizarlo para evitar que siguiera rodando. Alrededor de una veintena de ambulancias acudieron a atender a las víctimas, que fueron siendo trasladadas al Hospital Virgen de La Arrixaca, al Morales Meseguer, al Reina Sofía, al de Cieza y al Comarcal del Noroeste.

«Hemos establecido un punto de encuentro e información en el Pabellón Polideportivo Juan Valera de Bullas, para poder ir facilitando información precisa y puntual a los familiares de las víctimas», contaba el alcalde de Bullas, ya que los heridos habían sido trasladados a cinco centros hospitalarios diferentes y reinaba el caos entre los familiares.