A por el Estrecho de Gibraltar, a mariposa
Héctor R. Ballesteros quiere ser el primero que consigue unir Europa y África nadando a mariposa, el estilo más exigente
jorge s. casillas
Un madrileño va a intentar cruzar el Estrecho de Gibraltar nadando a mariposa. Nadie hasta ahora ha conseguido unir Europa y África nadando en ese estilo y Héctor Ramírez Ballesteros , pinteño de 22 años, quiere ser el primero en lograrlo. Hoy llegará ... a Tarifa, a la espera del día en que tratará de hacer historia.
Héctor atiende a ABC en Pinto , en la piscina donde realiza buena parte de su preparación. Está sorprendentemente tranquilo pese a que le quedan muy pocos días, quizá horas, para el reto más importante al que se ha enfrentado nunca. Tendrá que nadar entre 14 y 16 kilómetros (dependerá de las corrientes) con el agua a unos 15 grados de temperatura.
El éxito de su aventura dependerá de multitud de factores: «Te pueden sacar del agua por muchas cosas: niebla, corrientes... ¡Hasta porque pasen los barcos! Nos han dado una lista de todo lo que nos podemos encontrar y piensas "es que si lo hago es por suerte"», explica. Por si acaso, la Asociación de cruce a nado del Estrecho de Gibraltar ( ACNEG ) le señalará el día más apropiado para conseguir el desafío.
La fauna marina jugará también un papel importante. «Podemos encontrarnos bancos de atunes, delfines, orcas, tiburones … (se ríe) o tortugas enormes». La idea de intentarlo a mariposa fue del propio Héctor, en su ambición por ser el primero en conseguirlo. «Nos habíamos planteado cruzar el Estrecho a crol, pero le dije a mi entrenador que por qué no a mariposa. Él me dijo que, si yo estaba dispuesto a hacerlo, él estaba dispuesto a entrenarme».
«La mariposa llama más la atención, todo lo que hemos conseguido se lo debemos al estilo mariposa. El entrenamiento es más duro, las travesías también, pero hay que hacerlo», asevera. Para aclimatarse a la temperatura que se encontrará en el Estrecho ha subido a Rascafría , donde el agua está a 14 grados . Los días previos al desafío podrá hacer lo propio cerca de Punta Oliveros , donde en cuestión de días empezará a nadar en dirección a África.
Héctor tiene el apoyo de todo el municipio y por supuesto de su familia, que no esconde su miedo al desafío. «Mi padre dice que deje de hacer estas cosas, que es un "matahombres", y mi madre está asustada, se cree que me va a pasar algo», bromea. Lleva dedicado al estilo mariposa desde hace dos años. Se levanta sobre las seis de la mañana un mínimo de cinco días a la semana y vigila minuciosamente su dieta. Una serie de rituales que mantendrá hasta el mismo momento en que le avisen para tirarse al mar.
«Ese día me despertaré tres horas antes de la prueba y, cuando empiece a nadar, haré un parón cada hora para tomar geles y bebida isotónica», explica. En estos descansos no podrá ni tocar la barca de acompañamiento ni «romper» el estilo, es decir, nadar a por el avituallamiento en un estilo que no sea mariposa. Será «el más difícil todavía».
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