Tokio y Estambul: dos rivales poderosas para un único objetivo
Las dos ciudades compiten con Madrid por convertirse en sede de los Juegos de Verano
s. medialdea
Tras el primer «corte» realizado por los miembros del COI en julio del año pasado, y que descartó a Doha (Qatar) y a Bakú (Azerbayán), sólo han quedado tres ciudades compitiendo por organizar los Juegos de 2020 . Madrid se enfrenta a Tokio y ... a Estambul en un combate cuyo final es muy difícil de determinar. Ambas ciudades son rivales fuertes, tienen poderosas razones para querer los Juegos y para resultar atractivas al Comité Olímpico Internacional.
Tokio se presenta por segunda vez, y tiene a su favor la experiencia –ya organizó unos Juegos en la década de los 60- y el inmenso poderío económico que la respalda, cuando el resto del mundo camina entre la crisis. En su contra, el aún muy reciente recuerdo del «tsunami» que la asoló , la impresionante actividad sísmica que registra, y la proximidad en el tiempo de los Juegos de Invierno de 2018, que se celebrarán en la vecina PyongYiang (Corea del Sur).
El lema de Tokio es «Descubre el futuro» , y la suya es una candidatura en la que todo está muy cerca de la Villa Olímpica, que por cierto, se levantará sobre una isla artificial. Tiene 37 sedes de las que 28 se encuentran situadas en el centro de la ciudad.
La organización quiere que los Juegos sirvan para apoyar la reconstrucción del país, especialmente de su zona noreste, la que más devastada quedó tras el «tsunami» de 2011. Otro de los puntos fuertes de Tokio es su eficacísimo transporte público, capaz de mover a 25 millones de personas a diario.
Para garantizar el apoyo financiero a los Juegos, el Gobierno Metropolitano de Tokio ha asegurado un presupuesto de 4.500 millones de dólares (3.430 millones de euros). Tokio 2020 contará en su mayoría con sedes históricas, pertenecientes a la anterior organización de los Juegos de 1964, que serán renovadas. Entre ellas, la joya de la corona será el Estadio Olímpico, remodelado por la arquitecta angloiraní Zaha Hadid , que planea una estructura futurista, con cubierta retráctil y capacidad para 80.000 personas.
El nuevo coloso, cuya restauración está prevista que finalice en 2018, servirá además para albergar en 2019 la Copa de Mundo de rugby.
Estambul: hacia la modernidad
En cuanto a Estambul, que se presenta por quinta vez, su dossier para 2020 promete unos Juegos «en un escenario espectacular, donde el deporte servirá de puente entre culturas, creencias y tradiciones», en palabras del presidente del Comité, Ugur Erdener . De los 36 instalaciones en las que se desarrollarán los Juegos, diez ya están funcionando y otras once están de todas formas planificadas para dar servicio a los habitantes de Estambul. También varias nuevas líneas de metro y tren ligero así como cruces del Bósforo serán completados antes de 2018.
Las instalaciones olímpicas se repartirán en cuatro grandes aglomeraciones, de las que las dos mayores estarán situadas en la periferia oeste y norte de la ciudad, otra en la costa del mar de Mármara, y la cuarta abarca algunos puntos a ambos lados del Bósforo, tanto el asiático como el europeo, cercanos al casco histórico.
Pese a la dispersión de los locales, los nuevos sistemas de transporte permitirán que el viaje entre residencias e instalaciones no supere los 16 minutos de media, promete el dossier, una apuesta llamativa para una ciudad que hoy sufre de crónicos problemas de tráfico. Los Juegos de 2020 encajan a la perfección en la ambición de Ankara de transformar Turquía en un país plenamente moderno en 2023, centenario de la fundación de la República.
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