El contrato para la construcción de seis petroleros, en manos de la SEPI

Muchos han sido los vaivenes respecto a este pedido desde que el pasado mes de marzo Navantia y el grupo Ibaizábal, al que pertenece Ondimar, firmaran la carta de intenciones para la construcción de los buques tipo Suezmax (capaces de transitar por el canal de Suez) y que recogía la construcción de tres petroleros con opción a otros tres, que luego se corregía a cuatro con posibilidad de otros dos . Un acuerdo posterior, éste sellado en junio según el plazo acordado, volvía a cambiar los términos. Los trabajos, que inicialmente se iban a realizar en una sola etapa se haría en tres fases, de modo que solo se construirían de forma simultánea dos unidades.

Este viraje respondía a la intención de la naviera de arañar mayores beneficios fiscales en aplicación el «tax lease» , alargando los plazos acordados en origen a cuatro años . Fueron precisamente los problemas de financiación surgidos a lo largo del proceso los que levantaron ciertos recelos en la SEPI, que llegó a emitir un estudio en el que cuestionaba su viabilidad.

El pasado miércoles, coincidiendo con la celebración del anterior consejo de Navantia —el último tuvo lugar ayer— se despejaron las incertidumbres sobre la rentabilidad de la construcción y se determinó que fuera la SEPI la que tuviera la última palabra , toda vez que desde la dirección de los astilleros públicos ven el proyecto —la mayor construcción civil de los últimos diez años— viable, según confirman a ABC fuentes conocedoras de la negociación.

Así las cosas, hoy el consejo de administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales tiene previsto analizar las deliberaciones del órgano de gobierno de Navantia, así como de los acuerdos adoptados por éste en su encuentro de este martes.

La construcción de los cuatro petroleros, cuya c arga de trabajo se repartiría entre los astilleros gallegos (Ferrol y Fene) y los andaluces (Puerto Real y San Fernando, ambos en Cádiz) así como a su red de empresas auxiliares, supondría 3 millones de horas de trabajo, según las estimaciones anunciadas por Navantia. Cada unidad, con una eslora (largo) de 274 metros y una manga (ancho) de 48 metros, se calcula que llevará unas 725.000 horas y en su construcción se emplearán 20.144 toneladas de acero para un peso total de 156.000 toneladas.

Aún por determinar el reparto por factorías, fuentes consultadas confirman que dependerá de la ocupación de cada uno de los astilleros en las distintas fases del proyecto de construcción que, de mantenerse los tiempos previstos, arrancaría en el cuarto trimestre de este año con un plazo de ejecución de 21 meses.