«Me da envidia el tren de alta velocidad que enlaza La Coruña, Santiago y Vigo»

marcos sueiro

18/05/2015
Actualizado a las 18:03h.

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—¿Con qué actitud personal está afrontando la recta final de la campaña electoral?

—Tengo ánimos renovados e ilusión, pero también tengo la certeza de que los vecinos me van a apoyar. La experiencia es un grado, el trabajo hecho un aval y todos los lucenses van a tener en cuenta lo que he hecho a lo largo de estos años.

—¿Fue el mandato pasado el más díficil de todo este periodo en la alcaldía de Lugo?

—Difícil en lo personal, en lo político hubo recompensas. En todo caso en el plano personal, tras la publicación del último informe de vigilancia aduanera, está todo superado y olvidado. Siempre me sentí inocente y como ejemplo están las declaraciones del que me acusó y luego se retractó.

—¿Por qué se vuelve a presentar? ¿Cuáles son las razones que lo impulsan a repetir?

—Yo sorprendí a José Ramón Gómez Besteiro. Tomé la decisión pasado el verano, hablé con la familia y con amigos y a partir de ahí tomé la decisión. Además el trabajo me gusta y la labor de un alcalde nunca está concluida. En todo caso, no me sentí obligado por el PsdeG.

—¿Cómo ha recibido la oposición su decisión? ¿Tienen alternativa?

—Yo sabía que me iban a hablar de mis imputaciones, pero lo más graves es que no tienen proyecto y eso me confirma en la decisión que he tomado en el mes de septiembre.

—¿Ha sido muy comentado el apoyo de Francisco Vázquez, ahora que ya no pertenece al PSOE?

—Paco Vázquez se siente socialista, es muy amigo mío y a mí me enseñó mucho. Me gusta su pasión por La Coruña y realizó un trabajo social imponente: 23 centros cívicos en la ciudad y otras tantas bibliótecas. Nos hicimos muy amigos y siempre hemos tenido muy buena relación. Esta relación de compañeros y admiración se ha mantnido a través de una correspondencia epistolar durante su etapa como embajador en la Santa Sede.

—Los dos alcaldes referentes del PSOE gallego son Abel Caballero y Xosé López Orozco. ¿Cuáles son las diferencias?

—Son ciudades muy distintas. Una es más pujante y otra más pacífica, las diferencias también se extienden al mundo urbano y rural. Caballero supo conectar con los problemas de los vigueses y se puso las críticas por montera. La gente en Lugo nos expresamos de otra manera, pero los dos queremos a nuestra ciudades mucho.

—¿Cree que al PsdeG le hace falta sentido común?

—Vivimos en Lugo hasta 1999 un continuo enfrentamiento y en 1997 fuimos capaces de decir que “tontos somos” y desde ahí reconducimos el partido. José Blanco lideró la recomposición y nos preocupamos de la gente y ahora mantenemos ese nivel que ha repercutido en los sucesivos éxitos electorales. En todo caso, yo creo que José Ramón está intentando hacerlo en Galicia.

—¿El principal reto de Lugo es el demográfico? ¿Cómo se puede detener las fugas y el envejecimiento de la población?

—En el ayuntamiento de Lugo somos mayores de 65 años el 22 por ciento de la población. Si a eso le sumamos la cantidad de jóvenes que se van es dramático. Cada uno en nuestro ámbito tiene que cooperar entre todos para dar el mejor servicio a los ciudadanos y por supuesto hay que apostar de manera decidida por el reequilibrio territorial. Tenemos fondos europeos, debemos ser los principales receptorespara buscar el equilibrio, dotar de servicios y buscar mancomunidades. Yo estoy envidioso del tren La Coruña-Santiago-Vigo y Lugo para cuándo, el servicio de hemodinámica para cuándo.

—¿Cuáles son los retos de Lugo para los próximos cuatro años?

—Vamos a inaugurar un auditorio y la remodelación de la vieja cárcel. Esto repercutirá en una ampliación de las posibilidades culturales y ahora hay un reto y es que la Xunta tiene que acometer el Museo de la Romanización. Hay que rehabilitar el cuartel de San Fernando y tendríamos un atractivo añadido para todo el vestigio romano. También tenemo otro punto importante que es una residencia para personas mayores donde estaba emplazado el antiguo hospital.

—¿Y la sombra judicial es una amenaza latente?

—No estoy inquieto, porque como me dijo una hija mía cuando yo estaba afectado, quién mejor que nosotros sabemos cómo hemos vivido. Todo absolutamente cuanto tengo fue revisado, han hecho de mis cuentas una radiografía y todo eso acabó en un informe, en el que se dice que no se aprecia que esta persona haya recibido ninguna clase de soborno.

—¿Ha pensado en su sucesor? ¿Va a anticiparse para evitar la crisis que se producen al administrar los hiperliderazgos?

—Yo por los de ahora sólo pienso en el día 24. Yo hablo con José Ramón de estas cosas, pero ahora no toca. En este momento hay que convencer para conseguir una mayoría suficiente para formar un nuevo gobierno progresista.

—¿Cómo es su Lugo soñado?

Que independientemente de donde vivan los vecinos tengan igualdad de derechos, que vivan donde vivan lo hagan como tiene que vivir una persona y todavía me quedo pensando en la zona rural, en el saneamiento.

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