El Igape prevé que el plan industrial de la Xunta cree 50.000 empleos

Aguilera señaló ante una comisión del Parlamento de Galicia que la «agenda de la competitividad», que será presentada ante esta Cámara parlamentaria, pretende «incrementar el peso de la industria hasta el 20% del PIB» en Galicia.

El director del citado instituto autonómico subrayó que ese plan elaborado en los últimos meses incluye la creación de «50.000 puestos de trabajo hasta 2020».

Aguilera comentó que Galicia espera beneficiarse de 873 millones de euros del programa de desarrollo económico regional Feder de la Unión Europea, y apuntó que la Xunta «ha concedido casi 730 millones de euros en proyecto empresariales».

Comentó que entre las sesenta medidas que incluye el plan figuran algunas para favorecer los trámites ante la Administración, «abaratar el suelo industrial», proceder a una «renovación radical de las fábricas» para hacerlas «inteligentes» y promover una «cultura de innovación y emprendimiento».

Precisó que la «agenda de competitividad» pretende analizar las «debilidades y fortalezas», abogó por «evitar el exceso de optimismo y de catastrofismo» y destacó que el año pasado la economía creció un 0,5% en Galicia y «bajó la tasa de paro por primera vez desde que comenzó la crisis».

«Conseguimos revertir las tendencia negativas», concluyó Aguilera, quien señaló que en el sector naval ha habido contratos por valor de 1.400 millones de euros y hay «signos positivos» en la automoción.

La diputada de AGE puso en duda las previsiones de creación de empleo y espetó a Aguilera que «no deberían ser tan atrevidos» prometiendo puestos de trabajo, ya que opinó que «la realidad muestra que nunca se cumplen» sus promesas.

Solla indicó que, al contrario, «destruyeron 50.000 empleos en el sector industrial en los últimos cinco años» y aseguró que los datos muestran que «continúa la tendencia» a la supresión de puestos de trabajo, por lo que calificó de «planes ficticios» los programas del actual Gobierno de la Xunta.

Aguilera invitó a Solla a ser más «respetuosa» con las empresas que invierten en Galicia y con la Administración y no «demonizar», ya que subrayó que, a diferencia de los regímenes comunistas, en los sistemas capitalistas las empresas «escogen los sitios» en los que desean implantarse.