Mariano Rajoy despide a su hermano Luis en Pontevedra

Rajoy ha estado acompañado en todo momento por su esposa, Elvira Fernández. Minutos después de Rajoy ha llegado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La presencia de amigos y autoridades ha sido de nuevo reducida, al igual que durante el velatorio de ayer, en línea con los deseos de la familia de una ceremonia íntima.

Algunos de los que sí se han acercado son el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, el vicepresidente, José María Figueroa, la alcaldesa de Marín, María Ramallo, y el de Lalín, José Crespo, así como el exalcalde de Pontevedra y actual director de Salvamento Marítimo Juan Luis Pedrosa. Carlos Mantilla, un histórico del PP de Vigo, ha comentado a la prensa que vio a Rajoy «muy dolido» por el fallecimiento de su hermano Luis, por quien sentía «un cariño especial».

El hermano del presidente del Gobierno fue enterrado en el cementerio de San Mauro en un grupo de nichos a nombre de la familia Rajoy Brey.

Una de esas casualidades meteorológicas tan oportunas hizo ayer que a la misma hora que los restos mortales de Luis Rajoy Brey entraban bordeando el río Lérez, en su ciudad natal, las nubes dejasen paso a un sol espléndido que no dejó de iluminar la ría de Pontevedra hasta el ocaso.

Notario al frente de un despacho en la bella ciudad madrileña de San Lorenzo del Escorial, el hermano menor del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fallecía este miércoles en Madrid tras una enfermedad que le fue recientemente diagnosticada. Tenía 55 años. En el tanatorio de San Mauro, situado en esas afueras tan relativas de las ciudades pequeñas como lo es Pontevedra, justo frente a un precioso cementerio al que da nombre el mismo santo, pocas cosas, salvo una nube alejada de fotógrafos indicaban que Luis Rajoy Brey era el hermano, sino un pontevedrés querido y reconocido en toda la provincia gallega.

Un ambiente íntimo al que se iban sumando paulatinamente buenos amigos de la familia Rajoy Brey , hijos de quien fuera presidente de la Audiencia Provincial de Pontevedra; nietos del jurista e intelectual galleguista y republicano que colaboró en la redacción del borrador del primer estatuto de Autonomía de Galicia, Enrique Rajoy Leloup.

A San Mauro llegaron Alberto Núñez Feijóo, Rafael Louzán o José Benito Suárez. Pero no llegaron el presidente de la Xunta de Galicia, el de la Diputación de Pontevedra o el de la Autoridad Portuaria de Marín-Pontevedra, sino los tres amigos que son de los Rajoy Brey. Como ellos, otras tantas caras conocidas de la ciudad y del Sanxenxo estival de la familia acudieron a abrazar al presidente del Gobierno, a sus hermanos y a la viuda del fallecido, Asunción García Soto, que salía en ocasiones a recibir a quienes acudieron a ofrecer sus condolencias.

Mariano Rajoy llegó al tanatorio pontevedrés apenas una hora más tarde que los restos de su hermano. Lo hacía acompañado de su esposa, Elvira Fernández, a quienes siguió el tercero de los hermanos varones de la familia, Enrique, todos ellos, obviamente, con gesto serio y emocionado.

Apenas un abrazo en la pequeña escalera de acceso al tanatorio daba paso a la estricta intimidad que el propio presidente ha procurado en torno a un episodio privado y familiar. Discreto dispositivo de seguridad, al que no costó mantener alejada a una prensa respetuosa con los deseos de la familia, muchos utilitarios y pocos coches oficiales en torno a la habitual normalidad de la bella capital de la provincia de las Rías Baixas, donde los buenos amigos de la familia despedían al que era el único notario entre los cuatro hermanos Rajoy. Mercedes, Enrique y el propio presidente son registradores de la propiedad.

Luis Rajoy, nacido en 1959, casado y sin hijos, había ejercido su profesión en Pontevedra, Orense y Madrid. Será enterrado hoy a las once de la mañana en el cementerio de San Mauro, a donde se espera asista el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, buen amigo de los hermanos Rajoy, así como de la ministra de Fomento, Ana Pastor. Lo harán por la tarde, en el funeral que será el último adiós al hermano menor del presidente, que se celebrará en la basílica de Santa María la Mayor, en Pontevedra. Por la mañana, será la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien presida el Consejo de Ministros en ausencia de Rajoy, que cancelaba desde ayer todos los compromisos de su agenda.

Luis Rajoy, como sus otros tres hermanos, era un enamorado del mar y de su tierra natal, y activo participante en actividades sociales de su ciudad y el Sanxenxo que cada verano reunía a la familia. Su muerte no ha sido en Galicia la del hermano del presidente del Gobierno, sino la del destacado pontevedrés que fue en vida.

Sus amigos y allegados manifestaban a partes iguales el profundo pesar de su pérdida junto al respeto por la intimidad que la familia Rajoy había manifestado en su entorno. Cercano y extrovertido, era una rara excepción en la conocida discreción del resto de la familia. Era un habitual destacado de la sociedad pontevedresa, lo que se dejaba notar ayer en el número de asistentes al tanatorio.