A por el reconocimiento mundial
En aquel Lugo imperturbable y tedioso sería inconcebible que ante la barra de un burdel pudiesen cerrarse más pactos políticos que en el despacho de un cargo público
A medida que pasan los días se acrecienta el catálogo de merecimientos con los que la ciudad de Lugo está dispuesta a avalar su aspiración a ser declarada Patrimonio Mundial de la Corrupción.
A las valiosas contribuciones realizadas desde instancias tan acreditadas como los casos ... Pokemon, Campeón, Carioca y Muralla, entrecruzados a su vez con difusas peripecias sobre anulación de multas de tráfico, adjudicación de licencias, concesión de servicios, tráfico de influencias, cohecho y blanqueo, acaban de sumarse el descubrimiento de una trama formada por un centenar de personas supuestamente implicadas en un delito contra la salud, y la imputación de dos altos cargos del Catastro por una presunta subida irregular de tasas.
Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que la vieja ciudad amurallada apenas daba otro juego noticioso para los periódicos de tirada nacional (como se decía entonces) que los reiterados éxitos del toro Lindo en la Feria Internacional del Campo, de tan grata memoria. En aquel Lugo imperturbable y tedioso resultaría inconcebible que ante la barra de un burdel pudiesen cerrarse más pactos políticos y más transacciones económicas que en una notaría o que en el despacho de un cargo público.
La obstinada cabezonería de los asesores políticos/jurídicos del alcalde Orozco para impedir que la magistrada De Lara continúe a frente de la operación Pokemon en nada contribuye a desinfectar un ambiente en el que el ejercicio de la política empieza a considerarse impropio de personas honorables. El hecho de que en una capital de provincia tan modesta como Lugo apenas quede una institución libre de sospecha debería ser motivo de reflexión para todos. Según el último sondeo del CIS, ya lo es para ese considerable número de ciudadanos dispuestos a expresar su náusea por medio de su abstención en las urnas.
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