Los independentistas catalanes incluyen a Valencia en su «plan de trabajo» de 2015

Las organizaciones que postulan la deriva secesionista han reactivado en las últimas semanas su campaña a favor de las tesis separatistas del presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y s e han marcado como objetivo el próximo 27 de septiembre , cuando están previstos unos comicios autonómicos que el jefe del Ejecutivo catalán planteará en términos plebiscitarios. Tras la ruptura con Unió Democrática de Catalunya y los cambios acometidos en su Gobierno, Mas ha reclamado a Òmnium Cultural y la ANC que lideren el proceso secesionista desde el ámbito de la sociedad civil.

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El plan de trabajo de Òmnium Cultural contempla la posibilidad de extender sus tesis en la Comunidad Valenciana al calor del nuevo gobierno que formarán el PSPV y Compromís con el respaldo parlamentario de Podemos . Aunque Compromís ha tratado de marcar distancias con el discurso nacionalista, sus alianzas con la filial valenciana de Esquerra Republicana de Cataluña en las listas electorales de municipios como Benicarló ( donde sus ediles celebraron el resultado en las urnas con «esteladas» ) suponen una vía de entrada para las tesis de los independentistas en la región.

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Para ello, Òmnium Cultural recurrirá a la Federación Llull , un organismo creado en 1990 y que integra, además de a los promotores de la independencia de Cataluña, a la Obra Cultural Balear y a Acció Cultural del País Valencià (ACPV) . Esta entidad, que se ha nutrido históricamente de las subvenciones de la Generalitat de Cataluña , fue la escogida por el secretario general del PSPV, Ximo Puig , para su primer acto público de carácter no político tras sellar el acuerdo con Compromís y Podemos que le permitirá ser investido este jueves como jefe del Gobierno valenciano.

El edificio de ACPV figura como una de las «sedes territoriales» de Òmniun Cultural, una organización que va de la mano de Artur Mas y Esquerra Republicana de Cataluña para «explicar el proceso soberanista a los actores internacionales» y que, en la misma campaña, ha puesto su objetivo en la Comunidad Valenciana.

En este sentido, los postulados de la Federació Llull no dejan lugar a la duda: «Somos las personas que creemos en la lengua y la cultura catalanas, en la solidaridad, en la libertad, en la participación y en un futuro compartido para los Países Catalanes ».

ACPV albergó el pasado año un acto con las formaciones de izquierdas de la Comunidad Valenciana al que asistió la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, en el que las entidades independentistas brindaron su apoyo a PSPV y Compromís.

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La propia Acció Cultural, involucrada ahora en la extensión de la red secesionista entre la sociedad civil valenciana, celebró el acuerdo alcanzado entre las fuerzas políticas de izquierdas tras las pasadas elecciones autonómicas.

Hasta ahora, las tesis de ACPV habían sido frenadas por el Gobierno del Partido Popular , que aprobó la ley de Señas de Identidad para prohibir las ayudas públicas a la entidades que no respeten el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana. Los partidos que compondrán el tripartito ya anunciaron en la campaña electoral su voluntad de derogar la normativa.

Con todo, en las semanas previas a la formación del nuevo Ejecutivo, socialistas y nacionalistas han tratado de eludir la cuestión identitaria. Al respecto, la «hoja de ruta» trazada por la Asamblea Nacional Catalana contempla como último paso para la independencia de los Países Catalanes que sean los propios parlamentos autonómicos, en este caso el de la Comunidad Valenciana, los que decidan la separación de España. Un escenario utópico en las Cortes Valencianas desde que se constituyera el primer gobierno de la Generalitat en el año 1983.