El proyecto de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar sirvió como pretexto para que todas las fuerzas políticas de la oposición escenificarán el pasado 5 de mayo su frente «anti Partido Popular». Los candidatos de PSPV, Ciudadanos, Compromís, Podemos y Esquerra Unida escogieron la sede de Acció Cultural del País Valencià (ACPV) para hacer pública su desaprobación al plan urbanístico para El Cabanyal diseñado por el equipo de gobierno de Rita Barberá.
En la otra punta de Valencia
Este edificio está situado en pleno centro de Valencia, a 7,2 kilómetros de distancia de las calles Martí Grajales y San Pedro, las primeras vías del distrito marítimo afectadas por el plan del Ayuntamiento. Los grupos de la oposición escogieron para la puesta de largo de su frente contra el Partido Popular un edificio cuya hipoteca se costea gracias a las subvenciones que otorga la Generalitat de Cataluña. En concreto, el último año el Departamento de Presidencia de Artur Mas destinó 670.000 euros a abonar la cuota de la hipoteca de la sede de ACPV , convertida en el icono de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia.
En los últimos tres ejercicios el Gobierno catalán ha dedicado 2,1 millones de euros al pago de la hipoteca de la entidad que defiende desde Valencia un proceso independentista de los «Países Catalanes».
El frente anti PP «defiende» el Cabanyal a 7,2 kilómetros y en un edificio catalanista
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