Los sindicatos piden parar las clases en más de 200 colegios por el exceso de calor

Así lo han destacado, en rueda de prensa, el responsable de Acción Sindical de la entidad, Marc Candela, el de Salud Laboral, Benja Giménez, y el de los servicios jurídicos del sindicato, Xavier Izquierdo, que han recalcado que las altas temperaturas que se están registrando en las aulas es un problema agravado este año por la decisión "propagandística" de la Conselleria de Educación de avanzar el inicio del curso al 3 de septiembre, lo que obliga a dar clase "bajo un sol de justicia" creando una situación "de riesgo" para 50.000 profesores y todos los estudiantes.

En su denuncia, el sindicato reprocha a la Conselleria que "en multitud de centros docentes, que no disponen de los medios técnicos necesarios para poder salvar las elevadas temperaturas, las mínimas se han disparado hasta alcanzar niveles totalmente inadecuados para el ejercicio de la actividad docente y que, incluso, contraría la normativa vigente sobre al materia".

En este sentido, recuerda que el anexo III del Real Decreto 486/1997 de 14 abril que establee las disposicione smínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo determina que "la temperatura de los locales donde se realicen trabajos edentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre los 17 y los 27 grados".

STEPV esgrime como prueba los resultados de una encuesta --realizada en 183 centros de Infantil y Primaria y 54 de Secundaria, Bachillerato y FP-- que apunta que el 96 por ciento de los centros consultados afirman que en sus intalaciones se superan los 27 grados permitidos. Además, contabiliza un total de 123 centros de Infantil y Primaria que sobrepasan también los 30 grados (un 72% de los encuestados) y 33 de Secundaria (69%). Asimismo, advierte de que se produce una combinación "explosiva" con la humedad relativa, que en más de la mitad de los centros supera el 70 por ciento.

Por todo ello, considera que esta situación "supone un atentado a la salubridad de los trabajadores que prestan servicios, así como a los alumnos que asisten a ellos --y alude, en este punto, a dos alumnos de l'Alcudia y Altea que han tenido que ser atendidos médicamente--, y un acicate a la precariedad en la prestación de los servicios".

STEPV solicita a Inspección de Trabajo que levante "las actas de infracción y de liquidación que procedan", que "se de traslado a las direcciones provinciales de Castellón, Valencia y Alicante de estos hechos, ya que el problema existe en las tres provincias, y que se inste a la Conselleria de Educación a la supensión de las clases hasta que las temperaturas de los centros no lleguen a las establecidas normativamente".

El sindicato ha hecho notar que los peores casos se dan, justamente, en los centros más nuevos, que se han construido con criterios de ahorro y estética pero "sin tener en cuenta otros fundamentales, como la orientación".

Además, ha pedido a los colegios e institutos que denuncien también los casos y que exijan a la administración "instrucciones claras" sobre qué hacer. En este punto, han considerado que los profesores que estén sufriendo esta situación saquen a los niños de las aulas si aprecian que existe "riesgo inmediato".

También han animado a los padres de los alumnos que sufran problemas a que vayan, en primer lugar, a Urgencias y después a un juzgado de guardia por un presunto delito contra la salud pública. "Esto no es una anécdota", sino un problema "grave fruto de una política que busca un titular de prensa" iniciando el curso a principios de septiembre para ser los primeros de Estado, han subrayado los representantes sindicales.

Además, desde STEPV enmarcan este tema en la "dejadez brutal" de la administración autonómica en cuestiones de prevención de riesgos laborales y han incidido en que la comisión paritaria para la seguridad y salud laboral está paralizada --sin convocarse-- desde aproximadamente mayo de 2012.

Para el sindicato docente, las altas temperaturas se añaden a otros problemas vividos en el arranque del curso escolar valenciano, que han tildado de "despropósito" y por el que han reclamado la dimisión de la dimisión de la consellera de Educación, María José Català. Entre otras cuestiones se han referido a la pérdida de docentes, los defectos en las instalaciones y el hecho de que el avance del curso ha provocado que algunos centros (39 por ciento en Infantil y Primaria y 49 en Secundaria) tengan la plantilla incompleta.