El regreso de los asistentes a la cadena independentista causa retenciones de 60 kilómetros

El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha celebrado que la Via Catalana haya transcurrido sin apenas incidentes y ha restado importancia a las retenciones provocadas por el regreso de los participantes, a los que ha pedido «paciencia» a la espera de que la situación se fuera normalizando paulatinamente.

Las máximas retenciones se han formado justo finalizada la cadena humana, poco antes de las 18.00 horas, cuando la N-340 ha arrastrado colas de hasta sesenta kilómetros entre L'Hospitalet de l'Infant y Alcanar (Tarragona), la zona de Cataluña en la que para completar la Via se han desplazado más personas procedentes de otros lugares de la comunidad.

La apertura de los accesos de la autopista AP-7, que ha sido gratuita entre las 13.00 y las 19.00 horas, ha ido disolviendo la larga retención, aunque las colas han seguido superando los 30 kilómetros en L'Ametlla de Mar (Tarragona).

Espadaler ha destacado la normalidad con que ha discurrido la Diada, con excepción de la falsa alarma de bomba que hacia las 18.00 horas ha obligado a desalojar y mantener acordonado durante media hora el cruce entre el paseo de Gràcia y la Gran Via de Barcelona.

Una llamada anónima al 112 ha alertado de la colocación de un artefacto en ese punto poco antes de las 18.00 horas, aunque una vez analizado el paquete los especialistas de los Mossos d'Esquadra han comprobado que no tenía «ningún tipo de capacidad» para hacer explosión, ha añadido Espadaler.

El conseller ha agradecido el «civismo» demostrado por los ciudadanos en la jornada reivindicativa de hoy, lo que ha permitido, en su opinión, que la Diada haya transcurrido sin apenas incidentes ni accidentes graves.