Los críticos del PSC piden a Zaragoza que vuelva para reorganizar el partido
Exigen un golpe de timón, vía congreso extraordinario, que salve el socialismo catalán
Los críticos del PSC piden a Zaragoza que vuelva para reorganizar el partido
La sangría de votos en el PSC, confirmada en los últimos sondeos electorales, unida a la incapacidad de su líder, Pere Navarro, de conciliar las pugnas intestinas que genera la consulta soberanista, ha llevado a los sectores críticos del partido a dar un paso adelante ... y plantear la convocatoria de un congreso extraordinario con la finalidad de reorganizar esta formación. Según ha podido saber ABC, dirigentes soberanistas del socialismo catalán, así como miembros del sector Avancem, se han puesto en contacto con el ex secretario de Organización, José Zaragoza -actualmente diputado en el Congreso-, para pedirle que vuelva a estar al frente del control de un partido en fase de descomposición.
Fuentes socialistas explicaron que es urgente «un golpe de timón» y que este pasa por un dirigente que coja con firmeza las riendas del partido para poner fin a las guerras internas . Algo que ni Navarro, ni su segundo, Antoni Balmon, ni el actual secretario de Organización, Esteve Terradas -que sustituyó a Daniel Fernández, inculpado en el «caso Mercurio» sobre corrupción urbanística- han sabido hacer. Precisan estas fuentes que esa renovación no pasa, de momento, por el relevo de Pere Navarro.
Cierre de una etapa
Zaragoza, miembro del antiguo aparato del PSC, considera que ya cerró una etapa en esta formación, aunque ha ofrecido su ayuda en caso de que la situación vaya a peor. El sondeo publicado por El Periódico de Cataluña apuntaba a un nuevo desplome socialista en Cataluña, que pasaría de los 20 diputados actuales a 16 o 17, es decir, el peor resultado de su historia.
Y es que los socialistas catalanes no parecen tocar fondo . La toma de posición de los sectores críticos, así como las peleas públicas vía Twitter entre Joaquim Nadal y Navarro, y la aparición de manifiestos en contra del unionismo no ayudan a la exigida solidez de un partido que aspira a ejercer una oposición fuerte al Gobierno de CiU y al fulgurante ascenso electoral de ERC.
La asamblea que Avancem, liderada por Joan Ignasi Elena, celebrará el 13 de julio en Gerona, ha puesto nerviosa a la cúpula del PSC, pues viene precedida de intensos contactos con ICV de cara a las municipales de 2015. Asimismo, que Navarro reprochara a Nadal su defensa de la independencia de Cataluña, abona la imagen de desunión. La desconexión entre el partido y el grupo parlamentario es total -aún late la herida provocada por la rebelión de los cinco diputados que se negaron a votar en contra de la Declaración de Soberanía (Marina Geli, Joan Ignasi Elena, Àngel Ros, Dolors Ventura y Rocio Martínez-Sampere), así como la decisión que tomó en su día Ernest Maragall, de abandonar el PSC.
El ex consejero de Educación es uno de los firmantes de un manifiesto, que secundan otros socialistas, contrario al «unionismo» y favorable a una «Cataluña constituyente». A modo de réplica, Navarro anunció que presentaría enmiendas a la Ley de Educación de Cataluña (LEC) que aprobó Maragall. En paralelo, la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Núria Marín, ha decidido unilateralmente emprender una campaña en favor del «no» a la independencia, mientras que la alcaldesa de Malgrat de Mar, la también socialista Conxita Campoy, rechazaba la secesión en respuesta a una carta de Artur Mas en la que la invitaba, como al resto de primero ediles, a participar en los fastos del tricentenario de 1714.
¿Cómo conciliar tantas sensibilidades? Parece que la respuesta pasa por la unión de los sectores críticos y la vieja guardia.
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