Sergi López debuta en el Palau como Iván el Terrible
El actor encarnará al zar de todas las Rusias en la obra de Prokofiev
pablo meléndez-haddad
Es una de las obras maestras del repertorio ruso: la hoy conocida como cantata escénica «Iván el Terrible», de Sergei Prokofiev, creada al alimón por el compositor y Sergei Eisenstein llega hoy al Palau de la Música Catalana, y lo hará con un prólogo de ... lujo: «In tribulatione me invocavi Dominum» (1987), la primera obra religiosa escrita por Joan Guinjoan, compositor en residencia en el Palau durante este curso.
Ambas piezas cuentan con un narrador; en el caso de Guinjoan, lo hará el tenor y rapsoda Carles Masdeu, mientras que del Prokofiev se hará cargo el actor Sergi López, quien también encarnará al zar de todas las Rusias, Iván, según él «un personaje fascinante, que provoca admiración y miedo. Fue el gran unificador, por lo tanto un ultranacionalista».
Al mando del Orfeó Català, del Cor de Cambra del Palau y de la Sinfónica de Galicia estará Víctor Pablo Pérez. Además de los narradores antes citados, se contará con la contralto Ewa Podles y con el bajo-barítono Valeriano Lanchas, dos voces muy conocidas por el público barcelonés. La cantante polaca afirmó regresar feliz a la capital catalana, sobre todo por el reencuentro con Víctor Pablo Pérez: «Nos conocemos desde hace muchos años, y la primera vez que canté con él eran unas canciones de Musorgsky; yo estaba muy nerviosa porque no sabía cómo podría sonar esta música con una orquesta española dirigida por un director español... Todo fue muy bien y desde entonces hemos colaborado muchas veces, al igual que con la orquesta gallega, con quien he cantado ópera y hemos hecho grabaciones».
La cantante también se encuentra ensayando «El oro del Rin» en el Liceu. «La obra que ahora cantaremos es muy poderosa y tiene un mensaje muy claro, sobre todo para los alemanes; dicen los rusos “no vengáis a invadirnos porque lucharemos hasta el final”». Para Sergi López este debut lo tiene de los nervios. «Estoy como un niño descubriendo esta música increíble, lo que es el sonido de una sinfónica y la voz de esta señora», afirmó convencido refiriéndose a la cantante polaca.
Respecto de la obra religiosa de Guinjoan, el maestro Pérez apuntó que se trata de «una obra breve muy compleja sobre todo para el coro, en la que hay gemidos, gritos y demás efectos que crean disonancias profundas que se tienen que controlar, efectos muy complejos que también están en la orquesta... Es todo un engranaje de procedimientos muy complicados, pero lo importante es que el público lo perciba como muy simple. Ese es el reto».
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