Luis Tudanca: «Cambiaré el partido de arriba a abajo»

-Pero esos 95 votos en blanco parece que no han valorado a una Ejecutiva que, según usted, es de integración.

-Una vez elegido, soy el secretario general de todos los socialistas y de todas las provincias y mi obligación era hacer un equipo plural, pero en todo caso un equipo. He hecho y voy a hacer en el futuro lo que considero mejor para que estemos más unidos y más fuertes. Nadie me va a apartar de ese camino. Los demás, que tomen las decisiones que crean más oportunas.

-¿Es la ejecutiva que usted quería o la necesaria para empezar a coser las heridas?

-Es mi equipo, es mi ejecutiva. Quería que hubiera gente diversa con opiniones y sensibilidades diferentes porque eso enriquece el partido. Hemos hecho muchos un gran esfuerzo. No sólo yo. También una gran parte del partido lo ha hecho para poder trabajar juntos

-Pese a ello, una tercera parte del partido no ha respaldado su propuesta. Curiosamente, arranca con menos apoyo que Óscar López y Julio Villarrubia, sus predecesores en el cargo y protagonistas de la crisis de la formación en los últimos tiempos.

-La gente ha votado libremente como lo hizo hace quince días en las primarias, pero tengo claro que en este camino todavía nos queda un trecho importante por recorrer.

-¿Y sabe qué provincias y sectores son los que no le han votado o sólo piensa en los «villarrubistas»?

-No he hecho interpretaciones. Cada uno ha pensado lo que era mejor depositando el voto. Yo, desde luego, a lo que me voy a dedicar es a trabajar con el equipo completo de la ejecutiva autonómica. Voy a pensar poco en este proceso. Mi obligación, responsabilidad y compromiso era que a partir del congreso nos íbamos a dedicar a pensar y trabajar por los ciudadanos. Esa labor y la de buscar la unidad y el fortalecimiento del partido la tiene que hacer primero el secretario general, pero también es un trabajo de todos y todas los socialistas.

-¿Con este resultado cree más probable que haya algún militante que se presente a las primarias y compita con usted para optar a la candidatura a presidir la Junta?

-Esa posibilidad ha estado abierta siempre. Yo dije que no iba a condicionar la libertad de ningún militante. Dos tercios del partido han apoyado la ejecutiva, pero las primarias siguen siendo libres. Ni he pactado ni acordado nada ni voy a poner ninguna traba a nadie para que, si lo considera, pueda concurrir al proceso. Estamos en un tiempo nuevo y a partir de ahora todo el mundo que quiera acudir a un proceso va a someterse a la voluntad de los militantes y ciudadanos.

-¿Se acabaron las peleas en el PSCL? ¿Qué plazo se da para que vuelva la unidad y cómo va a evitar los conflictos?

-Primero tengo que decir que yo no he estado nunca en una pelea interna del PSCL. Siempre me he dedicado a trabajar y me presenté porque pensaba que podía aportar soluciones dentro y fuera del partido y creo que en este proceso hemos avanzado mucho en fortalecer al partido y en unificarlo. Dado el punto de partida, estamos mucho mejor que hace quince días y muchísimo mejor que hace mes y medio

-¿Descarta entonces nuevos enfrentamientos entre socialistas?

-En las guerras siempre hay dos bandos y si no hay un enemigo en frente no habrá guerra. En mí nadie va a poder encontrar un adversario. Mi rival es el PP de Castilla y León.

-Es más fácil recuperar la unidad en el partido o ganar las elecciones de mayo de 2015?

-Una cosa no llegará sin la otra. Si no somos capaces de cicatrizar bien las heridas y fortalecer el proyecto político será imposible ganar las elecciones. Por eso era tan importante este proceso y que se haya resuelto de forma tan democrática. Eso nos va a permitir tener posibilidades de arrebatar a la derecha el gobierno de la Comunidad. Si no, hubiera sido imposible

-Ha elegido como secretaria de Organización a una persona con carácter y contundente en las formas. ¿Es una decisión con la que trata de compensar la imagen de político blando que algunos le achacan a usted?

-Es una cuestión de confianza y de capacidad. Tenía claro cuál era el perfil que quería y pasaba por alguien con un profundo conocimiento del partido y de la Comunidad. Además, quería que la ejecutiva fuera paritaria, pero no de forma aritmética sino de influencia política. Ana va a ser indiscutiblemente una gran secretaria de Organización

-¿Esa imagen de buen chico le beneficia o es hora de sacar las garras?

-Nunca he considerado que fuera incompatible ser bueno con dedicarse a la política. Para ser buen socialista hay que ser buena persona. En todo caso, eso de juzgarse a sí mismo queda muy feo. Los militantes que me han elegido sabían como eran antes y después.

-De momento ha anunciado que va a endurecer la oposición. ¿Se acabaron los pactos con la Junta?

-No va a haber más pactos sin el respaldo de los militantes, de los alcaldes y concejales.

-¿Y eso como se hace? ¿Cada decisión debe ser consultada a todos las provincias?

-Eso se logra con participación, contando con los secretarios provinciales, pero también con el Consejo de Alcaldes y haciendo más órganos de participación. Este partido va a cambiar de arriba a abajo y quiero que sea así

-¿Pero no parece la manera más ágil para tomar medidas?

-Es indispensable. Estamos en el momento político en el que debemos poner al PP ante el espejo de su incapacidad por su gestión en esta Comunidad.