suceso
Varios incendios obligan a desalojar dos pueblos de Zamora y Salamanca
Un fuego que saltó desde Portugal quema varias casas y naves de ganado en Villardiegua y otro intencionado abrasa fachadas en Puerto Seguro
v. Esteban/r. Álvarez
Altas temperaturas, escasa humedad, abundante masa vegetal y la dañina mano del hombre que eligió el peor día para prender la mecha compusieron ayer una mezcla explosiva en una jornada aciaga en la lucha contra los incendios forestales en Castilla y León, en ... alerta de fuegos por riesgo meteorológico. Sobre todo, tres incendios pusieron en jaque a varias localidades de Salamanca, Zamora y León, donde llegaron a desalojar a los vecinos de Puerto Seguro y Villardiegua de la Ribera, donde las llamas llamaron a las puertas de ambas localidades enclavadas en distintos puntos del Parque Natural de Las Arribes.
El fuego no entiende de fronteras y, sobre las 15.50 horas, saltaban las alarmas en la localidad fronteriza de Villardiegua de la Ribera, en pleno Parque Natural de Las Arribes . Las llamas originadas en territorio luso (en Aldeia Nova y Valle Aguia) se propagaban con peligro hacia este pueblo zamorano de unos 170 habitantes que llega a alcanzar los 300 en verano. Tras más de una hora confinados por precaución en la plaza, finalmente la Guardia Civil ordenó el desalojo, con el incendio en nivel 2 de alerta.
A su paso, el fuego arrasó al menos tres casas habitadas, pero que no estaban ocupadas en ese momento, otras viejas y varias naves de ganado, algunas con los animales dentro, además de maquinaria agrícola. Según el alcalde, el 40 por ciento del término, ha quedado reducido a cenizas, informa Ical.
Los vecinos aseguraron que fueron ellos quienes, al observar la peligrosidad del incendio, se agruparon en la plaza del pueblo para huir en coches particulares hasta la localidad vecina de Moralina de Sayago . En la plaza, la alcaldesa, dijo a los vecinos que se mantuvieran juntos y mirasen a ver si echaban a algún vecino en falta. Desde allí, varios autobuses les trasladaron hasta Bermillo de Sayago, la cabecera de comarca, donde se habilitó un pabellón para que pasen la noche los más jóvenes. A los mayores, numerosos entre la población, les llevaron a un comedor social y club de jubilados.
«Ratonera»
También en la vecina Villadepera, hacia donde a última hora de la tarde se dirigían las llamas, algunos vecinos también decidieron abandonar el pueblo caminando por el puente Pino, en obras e intransitable para vehículos, ya que la otra carretera para salir estaba cortada por el fuego, al igual que la ZA-321 hacia Moralina. Al cierre de esta edición, otros aguardaban la evolución, aunque el cortafuegos realizado evitó el desalojo de lo que algunos llegaron a calificar como «ratonera».
A última hora, el incendio seguía en nivel 2 y el viento dificultaba las labores de extinción, con otro frente dirigiéndose también hacia Carbajosa, al otro lado del río Duero, donde efectivos de extinción estaban preparados para actuar.
En la comarca de Sayago, los más ancianos no recuerdan un fuego que les obligara a abandonar sus casas. Muchos lo hicieron con lo puesto. Mayores que habían olvidado sus pastillas, niños llorando y mucha impotencia recorría ayer Moralina y Bermillo , donde llegaron los desalojados. La solidaridad de los vecinos les recibió con colchonetas para pasar la noche en el pabellón y cena.
Numerosos medios trabajaban sobre el terreno para intentar frenar el avance de unas llamas, avivadas por el viento reinante, aunque con la caída de la noche los efectivos aéreos (llegó a haber siete helicópteros y cinco aviones) se tuvieron que retirar. Las labores siguieron por tierra, con un amplio dispositivo de cuadrillas de efectivos de la Junta de Castilla y León, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Unidad Militar de Emergencias (UME), bomberos y Guardia Civil.
En la localidad salmantina de Puerto Seguro, también en pleno Parque Natural de las Arribes, las fiestas de este año serán difíciles de olvidar. De la celebración al miedo y la tensión. Después de que el trabajo nocturno de los efectivos desplegados lograra a primera hora de la mañana de ayer controlar los tres focos intencionados declarados el miércoles, las llamas volvieron a prender de nuevo de forma deliberada, según la Junta, poco antes de las 16.00 horas.
Provocados
El pirómano eligió las horas más calurosas y peligrosas para prender y contó con el viento como aliado, que propagó las llamas con rapidez, tanto que llegaron al casco urbano, afectando a varias fachadas y arrasaron el campo de fútbol. Sobre las cinco de la tarde, ya en nivel 2 de alerta, Puerto Seguro tuvo que ser desalojado por la Guardia Civil, aunque poco antes de las 20.00 horas, ya con el incendio más controlado -sobre todo en el frente cercano a Puerto Seguro-, los vecinos comenzaron a regresar a sus casas desde Villar de Ciervo, hasta donde habían sido conducidos. Al caer la noche logró ser controlado, aunque en el lugar quedaron efectivos de retén para vigilar.
«Estábamos intentando controlarlo, pero nada. El aire era muy fuerte y tuvimos que huir del fuego porque nos cogía», aseguró a Efe el alcalde de Puerto Seguro, Evaristo Montero . En la lucha contra el fuego se afanaron, hasta que pudieron, los vecinos. Entre ellos Florentina, una mujer de 83 años que resistió hasta el final intentando apagar las llamas con su manguera, aunque finalmente también abandonó su casa. A última hora de la tarde de ayer, un amplio dispositivo integrado por más de cien personas trabajaba por tierra (varias cuadrillas, autobombas y bulldozer) y aire (cinco helicópteros y dos aviones) para controlar el incendio, que seguía activo.
También la localidad leonesa de Olleros de Alba registró ayer un importante incendio de origen intencionado que se extendió «con rapidez» arrasando a su paso «monte bajo, maleza y robles». Las llamas avanzaron desde «cuatro focos distintos» y obligaron a la Junta a activar el nivel 1 de Infocal ante el «riesgo», aunque poco antes de las 22 horas se rebajó a 0.
El alcalde de La Robla -municipio al que pertenece Olleros- Ángel Suárez, señaló que se trata de «un fuego importante». Según apuntó, «no existe una amenaza real para ninguna población» ya que, «aunque las llamas están cerca, se ha trabajado muy bien desde el primer momento y se ha evitado el peligro». Según dijo, el lugar en el que se originó el fuego es una zona de montaña «de difícil acceso» y en la que «es bastante habitual que se produzcan incendios, la mayor parte de ellos intencionados».
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