medio ambiente
La sierra de Atapuerca tendrá su propio «Parque Jurásico»
Bisontes y caballos prehistóricos volverán a la zona que poblaron hace miles de años

La asociación «Paleolítico vivo» proyecta un parque pleistoceno en el que habrá caballos przwalski y tarpanes junto a bisontes europeos y uros. Es un proyecto que nació hace años como «un sueño» pero que está a punto de convertirse en una realidad. El parque abrirá sus puertas en octubre, aunque seguirá consolidando sus cerramientos y ampliando superficie hasta el próximo verano, cuando llegará a su consolidación.
Eduardo Cerdá, uno de los responsables de «Paleolítico vivo», ha explicado que en este momento cuentan ya con centenares de hectáreas de terreno en las localidades burgalesas de Urrez, Salgüero de Juarros y Quintanapalla, todos muy cerca del yacimiento de Atapuerca. Cerdá evita la comparación con «Parque Jurásico », la famosa película en la que se consigue clonar y dar vida a dinosaurios y otros animales prehistóricos extinguidos. «No será un “parque jurásico” con animales de hace 60 millones de años, pero sí un “parque del pleistoceno” que mostrará especies de animales habituales en la sierra durante miles de años, hasta que cambiaron de territorio o se extinguieron».
Cruces genéticos
Los primeros pobladores del Parque del Pleistoceno llegaron a finales de mayo. Ya hay una pareja de caballos przewaski y catorce tampanes . Los pRzewarski aparecen en las pinturas de las cuevas de Altamira y actualmente sólo se conservan en todo el mundo 1.500 ejemplares ; los tampanes debieron ser frecuentes en buena parte de Europa desde hace miles de años, pero desaparecieron en la Edad Media. Actualmente hay varias asociaciones europeas que han avanzado mucho en la recuperación de estos animales, con una raya negra en el lomo y patas listadas como las cebras.
Tanto en el caso de los tampanes como en el de los uros, parecidos a las vacas actuales, pero con un peso que supera los mil kilos y con cornamentas que rondan los ochenta centímetros, se intenta recuperar su aspecto mediante el cruce genético . En el caso del uro, aún no hay fecha para su llegada al parque.
Lo que se ha conseguido concretar es la llegada de bisontes europeos. Aunque no es posible en plena canícula, Cerdá ha asegurado que podrán traer varios ejemplares en septiembre . En este momento, se apunta que cuatro de ellos vendrán de Alemania y dos de criaderos españoles.
Los animales se concentrarán en un espacio de cientos de hectáreas, rodeados por una valla eléctrica y con el menor contacto posible con el ser humano. El objetivo es nutrirlo con más ejemplares y conseguir,su reproducción.
Lo más inmediato, a partir de octubre, será la organización de visitas guiadas para poder observarlos a cierta distancia. Cerdá ha adelantado que el proyecto prevé la organización de un campamento base, con cabañas construidas con pieles, desde el que se organizarán visitas a pie y en vehículos todo terreno, como los safaris.
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