El Jardín de Sefarad rememora la presencia judía en Ávila
La ciudad pretende poner en valor esta cultura y reforzar su presencia en la «Red de Juderías»
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Ávila cuenta con un nuevo emplazamiento que recuerda la presencia judía en la ciudad. Es el Jardín de Sefarad , un espacio proyectado sobre la antigua necrópolis judía que las obras de un colector sacaron a la luz el pasado mes de ... septiembre. La consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Alicia García , visitó ayer este jardín que «pone en valor el patrimonio de Ávila y refuerza su presencia en la Red de Juderías», reseñó.
García detalló que la intervención llevada a cabo entre su departamento y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente junto con el Ayuntamiento de Ávila, promotores de la obra inicial, ha permitido dignificar este antiguo cementerio en el que hallaron casi un centenar de tumbas. Una intervención que se ha llevado a cabo teniendo en cuenta las costumbres, ritos y tradiciones judías; un respeto que subrayó el alcalde, Miguel Ángel García Nieto.
El Jardín de Sefarad es un paisaje de conmemoración, creado con una visión «conceptual» y «metafísica», tal y como apuntó uno de los arquitectos, Darío Álvarez , que lo presentó como un «lugar de reflexión para todo el mundo». Desde el mirador norte, se atisba una superposición de tres tiempos: el tiempo medieval del cementerio original, el tiempo posterior como paisaje de la desaparición y el jardín, que representa la recuperación de la memoria.
Álvarez recordó con especial emoción el pasado 7 de julio cuando se enterraron los restos humanos hallados en la excavación arqueológica; un acto al que asistieron rabinos de Londres y Nueva York. Este enterramiento se llevó a cabo en el mismo jardín, en el túmulo que se ha construido y que ha contado con la supervisión de la Federación de Comunidades Judías .
Un paisaje «del tiempo y de la memoria», insistió el arquitecto, al tiempo que su compañero, Miguel Ángel de la Iglesia, precisó que la existencia de dos miradores responde a satisfacer a dos públicos diferentes. El norte, para un visitante más bien casual; el mirador oeste –al que se accede a través del callejón del monasterio de la Encarnación- para aquel que acuda al lugar llamado por la historia de sus antepasados y concebido como un punto de encuentro más íntimo y privado.
Para el alcalde, este espacio reivindica la historia y a la ciudad de Ávila como lugar de encuentro entre tres culturas, como reflejan otros elementos de los que se tiene constancia como las sinagogas, la judería o las tenerías judías.
El jardín se construye como espacio compuesto a partir de unas líneas de granito que vinculan diferentes puntos del lugar con elementos de la antigua ciudad, en una superposición de tiempos. Se complementa con los dos miradores conmemorativos y con una serie de losas y estelas de granito que se disponen por la pradera evocando la disposición de las tumbas en el cementerio.
Esta actuación ha contado con un presupuesto de cerca de 61.000 euros , de los cuales 50.000 los aportó la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, mientras que Cultura y Turismo destinó casi 11.000 euros. Se ha integrado en el programa Patrimonio y Desarrollo (PADE), que procura la vinculación armónica entre las infraestructuras para el desarrollo y la protección y valorización de los elementos patrimoniales.
El Jardín de Sefarad rememora la presencia judía en Ávila
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