La «magia» de Inés Rojas para mejorar la estadística de la dependencia en Canarias

Como resultado de esto, los números de aplicación de la Ley de Dependencia en las Islas han podido remontar un poco comparado con el anterior observatorio, que tradicionalmente ubicaban a la comunidad autónoma en los últimos puestos de toda España. Baste recordar que más de 4.000 dependientes isleños han muerto desde 2010 sin poder recibir la prestación, como informaba ABC.

Las miradas se dirigen hacia la anterior consejera de Asuntos Sociales, Inés Rojas, de polémico paso por esta cartera durante el mandato de Paulino Rivero y a la que no dudó en señalar como responsable , como mínimo, de dar explicaciones sobre este asunto la nueva viceconsejera del ramo, la socialista Isabel Mena.

Pudo haber algún tipo de maquillaje, entiende la nueva responsable autonómica, que dijo el jueves en los micrófonos de Radio Canarias que podrían haberse incluido en los datos estadísticos a las personas que estaban siendo atendidas por los ayuntamientos , pese a que técnicamente no están bajo el amparo del sistema de atención a la dependencia.

A ojos de Mena esta actuación no es del todo «honesta», según afirmó, y añadió que sin duda «se trata de una decisión política» por la que interpelará a la lanzaroteña Inés Rojas. En consecuencia, dentro de la consejería se ha ordenado una investigación sobre los datos de las personas acogidas al sistema de dependencia, desde el momento en que se detectó que habría posibles irregularidades en el número de personas contabilizadas como atendidas cuando lo que recibían era una ayuda municipal domiciliaria.

La incorporación de estos datos ha permitido que las islas abandonen el último lugar en la gestión de la atención de la Dependencia en España, según dicho Observatorio.

Del simple examen del trabajo del Observatorio sobre la Dependencia se desprenden las enormes carencias que tiene el sistema de dependencia en las Islas. Así, aparecen varios «tirones de oreja» en toda regla a las autoridades autonómicas, tanto en la asignación de recursos como en la deficiente gestión del día a día.

Por ejemplo, en el apartado «innovación y buenas prácticas» la gestión está a la cola de toda España, esto es, «sin acreditar buenas prácticas», que es como lo establece el observatorio. Del mismo modo aparece otra carencia como la de los «sistemas de información en tiempo real», de los que carece por completo la comunidad autónoma, algo que la vuelve a colocar en el último puesto del ranking nacional, mientras otras comunidades como Andalucía consiguieron despegar a la categoría «en implantación», al menos.

Los fallos estadísticos pueden estar a la orden del día —otro motivo por el cual sospechan los nuevos responsables del área—, toda vez que el área de Dependencia del Gobierno de Canarias no cuenta con un «seguimiento sistematizado» de los casos que pasan por sus manos, otro motivo para ubicarse entre los peores de todo el territorio español, según el estudio.

Donde no consigue levantar cabeza de ninguna manera, ni siquiera teniendo en cuenta posibles «maquillajes» estadísticos, es en el apartado de gasto promedio por habitante, que en Canarias es de 39,40 euros, frente a un promedio nacional de 104,49 euros. Esto la coloca no solo por debajo de la mitad de la media sino además en el último puesto, sin discusión alguna, de todas las comunidades y ciudades autónomas.

Como resumen de todo el estudio, el Observatorio propone dos sistemas de calificación general de la labor en dependencia y allí no se salva Canarias: obtiene 4,5 puntos sobre 12 (cuarto por la cola) y 3,75 sobre 10 (quinto por la cola) en cada uno de ellos.