Repsol descarta perforar en dos áreas, las más próximas a la isla de Lanzarote

El denominado «Documento Inicial Proyecto Sondeos Exploratorios Marinos en Canarias», elaborado por la consultora Alenta Medio Ambiente, en estrecha colaboración con el Centro de Biodiversidad y Gestión Ambiental (Biogés) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc), y fechado en febrero de este año, es un «documento de máximos», es decir, recoge todas las posibilidades exploratorias , incluso, aquellas que tienen escasas posibilidades de materializarse. En la práctica, no es más que un esquema, un «índice» de los contenidos que deberá contener la futura Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), precisan las mismas fuentes.

No obstante, se ha remitido, además de a los ministerios competentes (Medio Ambiente, Industria y Fomento), a numerosas consejerías del Gobierno canario, a los Cabildos de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, así como a organismos relacionados con el estudio de los cetáceos, flora y fauna marinas, a entidades especializadas de la Ulpgc o a los más destacados grupos ecologistas , tanto de ámbito autonómico como nacional, como Ben Magec, Oceana o Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife, entre otros.

Se trata de que, a la vista del documento del que germinará la EIA, las instituciones, organizaciones y entidades receptoras participen con sus aportaciones en este «esqueleto» de arranque si así lo consideran. Nada que ver con el proceso de alegaciones que abrirá el Ministerio de Ambiente cuando concluya la evaluación medioambiental y someta el documento a exposición pública, donde los interesados podrán formular las pertinentes alegaciones, como estipula la ley.

Aunque el cuadro de expertos que trabaja en la evaluación es «completo y de alta calidad», Repsol no descarta ampliar la colaboración técnica con la Ulpgc, sumando más investigadores al proceso de evaluación de impacto ambiental. Por otra parte, este primer esbozo de la EIA zanja una de las controvertidas cuestiones en torno a la exploración, esto es, la distancia a la que se realizarán las prospecciones petrolíferas.

En su página 12, señala que las localizaciones propuestas están situadas al este de la costa de Lanzarote y Fuerteventura a «una distancia de entre 50 y 105 kilómetros de la línea de costa», al contrario de lo que han venido sosteniendo públicamente los cabildos de Lanzarote, Fuerteventura y el Ejecutivo canario, que apuntaban a unos 10 kilómetros.

Las mismas fuentes aseveraron ayer que, como cualquier otro trabajo de investigación de hidrocarburos, contará con los requeridos seguros que cubren «todos los costes» aparejados a un posible accidente o incidencia relacionada con la exploración de pozos prevista.