Los ataques de Hamás a Israel: la reconstrucción de las 24 horas que cambiaron Oriente Próximo

Un año después del mayor ataque sufrido por Israel, la mayoría de los relatos sobre el 7 de octubre están incompletos y faltan detalles de secuencias de lo que pasó ese día. Esta es la reconstrucción, minuto a minuto, de unos ataques que cambiaron Oriente Próximo.

En todo Israel suenan las sirenas de alerta antiaérea. Los terroristas de Hamás rompen la valla de seguridad que separa Gaza de Israel. Afirman haber disparado 5.000 cohetes en un primer bombardeo. El ejército israelí estima que fueron 2.500.

Los terroristas de Hamás atraviesan la valla de Gaza en más de 60 lugares (entre ellos, en el festival de Supernova), mientras otros entran a Israel en parapentes o por mar

Momentos después de que la valla –considerada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como una «barrera infranqueable»– fuera invadida, los terroristas asaltaron las bases y puestos militares israelíes en la frontera o cerca de ella. Los soldados que ocupaban esas posiciones se vieron inmediatamente superados en número, al igual que las fuerzas auxiliares y de rescate que llegaron para ayudarlos. Algunos murieron después de quedarse sin municiones. Otros lucharon durante largas horas, mientras pedían refuerzos.

Los grupos de WhatsApp comienzan a llenarse de avisos y las cámaras de seguridad graban en directo cómo los terroristas, metralleta en mano, asaltan los kibutz, queman los coches que se encuentran por la calle e intentan entrar en las casas. Cada vez más kibutz denuncian las infiltraciones.

Playa Zikim. Cinco terroristas en un barco invaden a la marina israelí y asaltan la playa. A esa hora, el guardia de seguridad del kibutz Kissufim recibe una nota de voz al grupo de WhatsApp: «Esto es una acción real, una situación real». «Fue una pesadilla».

En la base militar de Nahal Oz, hay mujeres soldados especializadas en vigilancia y una pequeña fuerza de soldados de combate de servicio esa mañana. Hamás logra desactivar los sistemas defensivos de la base, invadirla con una gran fuerza de combatientes y matar a soldados de las FDI, además de secuestrar a siete de las mujeres soldados.

En otras bases, Hamás actúa de manera similar: sabotea los sistemas de vigilancia, destruye arsenales y altera las redes de comunicación. Es lo que hace en Kissufim, Zikim, Paga, el cruce de Erez y otras instalaciones militares.

El festival de música Nova, cerca del kibutz Reim, se detiene unos minutos después de que suenan las sirenas. Algunos de los miles de participantes se marchan de inmediato. En retrospectiva, eran los que tenían más posibilidades de sobrevivir. Otros se quedan en el lugar o quedan atrapados en los atascos de tráfico al salir del festival, por donde llegan los terroristas. En un minuto, la alegría se torna catástrofe.

Durante las horas siguientes, el festival se convierte en el peor lugar de masacres de la historia de Israel. Al menos 347 israelíes mueren allí asesinados. Son ejecutados a tiros cerca de las pistas de baile y alrededor del bar, en el aparcamiento, en el camping, en los campos circundantes y en las carreteras por las que conducen para intentar escapar.

Los asistentes intentan huir, otros se esconden donde pudieron. Dos de ellos, Amit Bar y Nir Giorno, se toman un selfie escondidos y besándose. «Dije que si moríamos, al menos nuestras familias tendrían un recuerdo de cómo nos amábamos hasta el final», escribe Bar más tarde.

El Ejército israelí informa de que militantes de Hamás han cruzado la frontera e insta a los civiles a permanecer en sus casas. La mayoría de las víctimas son asesinadas por hombres armados que cruzan la frontera y llegan hasta Ofakim, una ciudad a unos 25 kilómetros de Israel

Una hora y media después del inicio del asalto, las FDI informan de un «ataque combinado». Hamás obliga a las FDI a defender sus propias bases, impidiendo que sus fuerzas salgan a ayudar a las comunidades civiles vecinas que están siendo atacadas. 285 soldados mueren el primer día de la guerra y decenas son secuestrados.

Cuando ya hay un gran número de israelíes muertos, declaran «el estado de alerta para la guerra». «Durante la última hora, Hamás lanzó una serie de bombardeos masivos de cohetes desde Gaza e Israel, y sus agentes terroristas se han infiltrado en varios lugares del sur», asegura el comunicado del Ejército israelí.

Fotografías publicadas por la agencia de prensa AP muestran a los primeros rehenes que los terroristas se llevaban cautivos a Gaza.

En las primeras horas de la mañana, entre rumores y poca información confirmada, comienzan a consolidarse informes sobre personas secuestradas y llevadas a Gaza. Muchas están en sus casas aún durmiendo cuando son sorprendidos. Otros se encuentran en el festival de música Supernova.

En los hogares de todo el país, los israelíes, consternados, ven cómo se producen los secuestros a través de vídeos publicados en las redes sociales. Algunos de los familiares de los secuestrados también se enteran de esta manera. Durante horas, los secuestros continúan sin que ninguna fuerza los detenga.

El Ejército israelí asegura que los combatientes han penetrado en al menos tres instalaciones militares cerca de la frontera: el paso fronterizo de Erez, la base de Zikim y el cuartel general de la división de Gaza en Reim. Un portavoz militar anuncia el inicio de la ofensiva en Gaza y dice que la fuerza aérea están llevando a cabo ataques en la Franja.

Más de tres horas y media después de que comenzaran los ataques, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, dice que Israel está en guerra.

Muchos residentes de las ciudades del sur cuentan en sus casas con refugios antibombas y ese sábado las utilizan como habitaciones del pánico.

Los grupos de Whatsapp se llenan de mensajes desesperados: ¿Dónde está el Ejército?

Cinco horas después de los ataques, cuando todo el país, y el mundo entero aún no entienden qué está pasando, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hace su primera declaración a la nación sobre la crisis. Asegura a los israelíes que están en guerra.

A media mañana, el jefe de la policía israelí Yaacov Shabtai señala que las fuerzas se enfrentan a los militantes de Hamás en 21 lugares. Daniel Hagari, portavoz de las fuerzas de defensa israelíes, reconoce que es posible que las fuerzas israelíes aún no hayan llegado a todas las zonas donde Hamás atacó.

En declaraciones al Canal 12 de Israel, el portavoz dice que les esperan «horas difíciles», y añadió que las FDI estaban intensificando sus ataques en Gaza.

A esa hora, 545 personas han llegado a los hospitales israelíes, según el Ministerio de Salud del país.

Seis horas después del inicio de los ataques, el Ejército israelí anuncia que ha enviado tropas y fuerzas de reserva al sur de Israel para recuperar las ciudades tomadas por los atacantes de Hamás. El grupo militante libanés Hizbolá felicita a los militantes de Hamás por la incursión en territorio israelí desde Gaza, pero emite una declaración cuidadosamente redactada que sugiere que actualmente se están alejando de cualquier participación adicional, suavizando las preocupaciones de que podrían disparar armas a Israel a través de su frontera norte.

El Ejército llega a Sderot. Las fotografías muestran al ejército israelí en Sderot, ciudad fronteriza con la Franja de Gaza y uno de los primeros lugares donde llegaron los terroristas para sembrar el terror. Muchos soldados israelíes mueren en bases cercanas a la frontera y los ataques con aviones no tripulados causan problemas de comunicación.

Tanto Hamás como la Yihad Islámica afirman tener como rehenes a soldados israelíes.

En las redes sociales circulan imágenes de un supuesto soldado israelí tomado como rehén, pero estas imágenes no están verificadas y las autoridades israelíes no confirman que grupos militantes hayan secuestrado a personal militar.

Se producen los primeros rescates nueve horas después del comienzo de los ataques. Los residentes asediados siguen preguntándose dónde están sus rescatadores, que han tardado tanto en llegar. A falta de otras opciones, algunos se ven obligados a recurrir a los medios de comunicación para pedir ayuda: «Estamos en peligro, necesitamos ayuda urgente y no viene nadie». Los israelíes, que siguen con tensión los acontecimientos en el sur, reciben así pruebas de primera mano del terror en las comunidades fronterizas de Gaza y del alcance del fracaso militar.

Hay ya al menos 100 muertos en Israel, según los informes presentados por el Ministerio de Defensa israelí. El Canal 12 de Israel informa de que al menos un centenar de israelíes han sido asesinados. Esta cifra supone un aumento respecto de la cifra anterior, de alrededor de 40. A esa misma hora, 198 palestinos han muerto en ataques aéreos israelíes, según informan funcionarios sanitarios de Gaza y recoge Reuters.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informa de que le ha asegurado a Benjamin Netanyahu que su país está listo para ofrecer «todos los medios apropiados de apoyo» después de que el grupo islamista palestino Hamás lanzara un ataque contra Israel. «Le dejé claro al primer ministro Netanyahu que estamos dispuestos a ofrecer todos los medios apropiados de apoyo al gobierno y al pueblo de Israel», explica Biden en un comunicado.

«Israel tiene derecho a defenderse y a defender a su pueblo. Estados Unidos advierte a cualquier otra parte hostil a Israel que busque ventajas en esta situación», añade.

Se cumplen 12 horas del inicio de los ataques. Los habitantes del kibutz Nir Oz rescatados, el más golpeado por los terroristas en el ataque, se reúnen en un jardín infantil. Los habitantes de los kibutzs que sobrevivieron al ataque todavía no entendían lo que acababa de pasar. La mayoría de ellos, que no podían volver a sus casas, fueron trasladados en autobuses a Tel Aviv.

El Ejército israelí sigue liberando los kibutzs y encontrándose a cada paso gente asesinada, coches calcinados y casas destruidas.

En un discurso televisado, Netanyahu insiste en que Israel está en guerra. Advierte de que el Ejército utilizará toda su fuerza para destruir las capacidades de Hamás. «Esta guerra llevará tiempo. Será difícil». 15 horas después del inicio de los ataques Netanyahu ofreció a los líderes del país formar un Gobierno de unidad para hacer frente a la situación.

Al día siguiente, todavía nadie se explicaba el tremendo fallo en la Inteligencia israelí que no vio venir el ataque terrorista. Sin embargo, a partir del 8 de octubre, los ojos se tornaron en la Franja de Gaza donde el Ejército israelí había comenzado un asedio para «acabar con los terroristas» de Hamás, dijo Netanyahu. Un asedio que se prolonga hasta hoy y que ha virado a otros escenarios como Líbano.