Terrorista libre por error
La Justicia de Estados Unidos también se equivoca. Sara Jane Olson, militante del Ejército Simbiótico de Liberación Nacional (SLA), célebre en la década de los setenta por el secuestro de Patricia

Patty Hearst, en sus tiempos de terrorista. A la derecha, Sara Jane Olson. ABC
La Justicia de Estados Unidos también se equivoca. Sara Jane Olson, militante del Ejército Simbiótico de Liberación Nacional (SLA), célebre en la década de los setenta por el secuestro de Patricia Hearst, la nieta del magnate de los medios de comunicación William Randolph Hearst, ha vuelto a la cárcel tras el «permiso» de unos días. Olson (su nombre de soltera y terrorista era Kathleen Ann Soliah), de 61 años, fue excarcelada el pasado lunes, pero la fecha fijada para su libertad condicional es el 17 de marzo de 2009, dentro de un año. Una vez percatados del error procedieron a su búsqueda. Olson fue arrestada de nuevo. Incluso colaboró en su detención.
El SLA era una banda de universitarios radicales dirigidos por un ex convicto al que llamaban Cinque. Su humilde objetivo: derrocar al gobierno de EE.UU. Soliah, estudiante de Arte Dramático de la Universidad de Santa Bárbara, se sumó a la aventura. El golpe más sonado del Ejército Simbiótico de Liberación fue el secuestro, en febrero de 1974, de Patty Hearst, de 19 años, nieta del hombre que inspiró «Ciudadano Kane». Dos meses después de su captura, Patricia, enamorada de uno de sus secuestradores, pasó a formar parte del movimiento terrorista. Afectada por el denominado síndrome de Estocolmo, llegó incluso a participar en el atraco al Hibernia Bank de San Francisco. Las cámaras captaron su imagen, que dio la vuelta al mundo.
En mayo de ese mismo año, los principales activistas del SLA mueren en un enfrentamiento con la Policía. Patty fue detenida y juzgada. Pero Soliah seguía libre. En 1975 intentó vengar la muerte de sus camaradas colocando explosivos en dos coches de la Policía de Los Ángeles. No llegaron a estallar. En su historial figura además la muerte de una mujer durante el atraco a otro banco en Sacramento.
Y después, desapareció. Durante casi dos décadas vivió en la clandestinidad. Cambió su nombre por el de Sara Jane Olson, se casó con el doctor Gerald Peterson y juntos se fueron a vivir a Zimbabue, de donde regresaron a mediados de los ochenta.
Soliah/Olson se dedicó entonces a las artes escénicas e interpretó a Shakespeare en un teatro público. Los Peterson eran unos padres de tres niñas muy respetados por la comunidad de St Paul (Minnesota). Un día de 1999, los agentes se llevaron a la madre detenida. Resulta que Sara Jane Olson era también Kathleen Soliah.
Un desliz administrativo ha estado ahora a punto de permitir que una terrorista disfrute antes de tiempo de su libertad. A veces, la Justicia de Estados Unidos también rectifica.
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