Por habaneras
MARIANO Rajoy, que se arrancó por habaneras en Barcelona, es un tipo moderadamente feliz. Y como la única manera de multiplicar la felicidad es compartirla, la cena fiesta con motivo de la XI Reunión Interparlamentaria terminó al son de la Bella Lola, expresión última de que las cosas marchan moderadamente bien para un partido rendido, esta vez sí, a su presidente. No hay más que verlos y oírlos para darse cuenta de que han recuperado la autoestima y que ya no fingen cuando te dicen, moderadamente, que -por primera vez desde el 14-M- están metidos en el partido. Los que le conocen bien ponen el énfasis en lo esencial. Lo más importante del debate no es que le haya ganado a Zapatero, es que «Mariano se ha ganado a sí mismo y tiene moral de vencedor».
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