«Todos somos Adrián»
El mundo del toro se ha volcado en el festival a beneficio de Adrián Gómez, presentado ayer por El Fundi, Joselito y el propio banderillero, en medio de la nostalgia y la solidaridad, en un multitudinario acto
«Todos somos Adrián». Ése es el lema del festival a beneficio del torero al que un toro ha dejado en una silla de ruedas. Sobran las palabras. Pero no los motivos. Uno por montera: el toreo se fundirá en una Fiesta de solidaridad para recaudar fondos para Adrián Gómez. Los pitones del horror se cruzaron en su camino y cambiaron su vida.
Ahora el mundo del toro se ha unido para alumbrar un festival de tronío en Vistalegre, en el que ABC «el periódico que más se preocupa de nuestra Fiesta», según el propio Adrián ha dado un paso al frente como entidad colaboradora. En el Palacio de Carabanchel se presentó hoy jueves el cartel. Fue un acto con tintes de suma emotividad. La sala de prensa de la antigua Chata se pobló de «compadres» de Adrián, de esa gran familia que conforman las cuadrillas. Y allí llegó el protagonista, junto a su mujer, Sandra. Le tributaron elogios, y el subalterno respondió con una sonrisa, mientras los ojos de sus compañeros de viaje se eclipsaban de lágrimas.
El Fundi, organizador del evento, ofició también de director de lidia «en este homenaje a nuestro amigo». Y lanzó un mensaje para que los tendidos se colmen el 1 de marzo: «La causa lo merece y el cartel es precioso. Va a ser muy importante para él y su familia, moral y económicamente. Creo que habrá un llenazo». José Pedro Prados dio las gracias a todos los integrantes: «Al rejoneador Diego Ventura, que atraviesa un momento fenomenal; a Joselito, que hace un esfuerzo por torear al ya estar quitado de esto; a Enrique Ponce, a Morante, a El Juli, al novillero Christian Escribano y a los ganaderos que donan sus toros (Capea, Victoriano del Río, Ventorrillo, Ponce, Guadalmena, Núñez del Cuvillo y Domingo Hernández)».
Las primeras aventuras
Añoranzas cuando echó la vista atrás y rememoró sus primeras aventuras con Adrián: «Lo conozco desde la infancia. Tuvo una carrera corta de novillero y se hizo banderillero. Ha luchado mucho en su profesión y, ahora que le rodaban mejor las cosas, ha tenido esta fatalidad. Pero nosotros no queremos que Adrián se quede con ese mal sabor de boca por la cogida de un toro, sino con nuestro apoyo. Siempre estaremos ahí, antes, durante y después».
Joselito también evocó su época en la Escuela de Madrid, «las chiquillerías, juegos y gamberradas, las ilusiones y los sentimientos que compartimos tantos y tantos que soñábamos con ser toreros». Su verbo hinchió de nostalgias a muchos de los hombres de oro y plata que abarrotaban la sala con la emoción viva.
El maestro madrileño, retirado ya y al que no le gusta prodigarse en festivales, tendió su capote desde primera hora: «Cuando me enteré de la desgracia y me llamó El Fundi, quise estar presente. Quiero aportar mi granito o mi medio granito de arena por Adrián. No podremos paliar su desgracia, pero al menos esperamos que le quede un recuerdo grato». Esta desventura evidencia la verdad de los ruedos: «No todo es fama y oropel. En esta profesión tan maravillosa y tan dura también ocurren estas cosas», subrayó. Joselito y el toreo en pleno se unen otra vez como aquellos niños que en El Batán imaginaban tardes de gloria: «De chicos éramos una piña y en apenas un mes lo volveremos a ser con esta muestra de solidaridad del mundo del toro».
Agradecimientos
La emoción se desbordó como aguas torrenciales cuando abrochó el acto Adrián Gómez con sentidas palabras de agradecimiento. «Es un orgullo muy grande y una satisfacción que un día podré contar a mi hijo. Siempre me sentiré muy orgulloso de toda la familia taurina». Una familia platinada y áurea que el 1 de marzo se fundirá tras una misma pancarta: «Todos somos Adrián».
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