Paco España
El techo de madera vieja delata donde empezó Paco España , un pequeño rinconcito construido sobre otro bar. Pero pronto se quedó pequeño. El salón con mesas al otro extremo, pasando por un pasillo a la derecha, da testimonio de que la evolución no ... podía esperar.
Nadie que entre puede salir sin probar la ensaladilla. Pero es obligado preguntar por los guisos del día, no nos vayamos a perder algo bueno. S angre encebollá, mollejas de pollo y huevos a la bechamel podríamos encontrarnos un día.
Apoyada en la barra, la clientela de siempre bromea con el camarero. Ellos saben cada detalle de Paco España . Las botellas antiguas de licor sobre la barra, conservadas algunas de la exposición Iberoamericana; o el nido de pájaros de la esquina, presente allí de no se sabe cuándo.
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