En Manducare , enclavado en el número 32 de la calle San Esteban, preparan platos de corte tradicional en un espacio moderno cuyo nombre significa comer o masticar en latín.
El negocio está capitaneado por Fernando Cabello y Curro del Río, dos jóvenes hosteleros ... que comparten otro negocio a escasos metros de Manducare, una abacería bautizada con el nombre de Llanete.
En la carta de Manducare no faltan algunos de los clásicos sevillanos, como las croquetas , las espinacas o la carrillada , aunque se presentan con cierto aire actual. Así, tienen desde ensaladilla de langostinos con mayonesa de jugo de sus cabezas, tartar de tomate palaciego con melva canutera y AOVE, crujiente de puerro y queso . Tienen un risotto Manducare que varía cada semana y puede ser desde un arroz negro a uno campero, marinero o de cola de toro. A la oferta se suma el fuera de carta: guisos, como los chocos con garbanzos o el menudo con garbanzos, pescados de mercado o carnes.
Para regar, tienen una carta de unas 15 referencias donde destacan los vinos andaluces. El espacio es recoleto y acogedor, con numerosas mesas bajas en un único salón. Cuidan detalles como la vajilla y los objetos de decoración.
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