Los palmeños se han rendido a las virtudes de la cocina de Antonio Ostos, chef de Casa Manolo. De sus viajes alrededor del mundo se trajo ese aire cosmopolita y de fusión que imprime a sus platos a partir de una base eminentemente local.
... Su oferta gastronómica se inspira en las elaboraciones tradicionales de la zona. Y cada fin de semana pone a disposición del cliente seis o siete sugerencias más arriesgadas. Otro denominador común de sus platos es la naranja de Palma del Río . «La empleamos en las alcachofas con langostinos a la naranja, en el jabalí a la naranja y en el Ostoszum (postre a base de yogur, mango y naranja)», asegura Ostos.
Pero Casa Manolo es mucho más. Solomillo de venado a la brasa, arroces con perdiz, o bien con zorzales, vaca retinta de Constantina (en caldereta, solomillo o entrecot a la parrilla) y el ballotín (flamenquín de carne picada relleno de cheddar, zanahoria, espinacas y jamón) con salsa española son algunas de sus especialidades. Tampoco se les resiste el pescado . En su carta no falta tartar de atún rojo con aguacate, pez espada a la crema de gambas, ortiguillas, vieiras rellenas o una riquísima musaka andaluza con gambas al ajillo y jamón ibérico.
El chef de este restaurante cordobés comparte sus rincones favoritos, los sabores que le acompañan desde la infancia y hasta su obsesión por la patata frita perfecta
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