Una sencilla fórmula para lograr la armonía familiar
La pediatra Catherine Gueguen explica la importancia de hacer a todos partícipes de la búsqueda de soluciones
Dos Doctoras en Psicología dan las claves para que tu hijo sepa expresar lo que siente
![Las familias deben analizar conjuntamente qué consideran que va bien y qué no y poner medidas](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/familia/2024/05/16/Familiahijos-RRDypVx0ZwOa9WdlFhlCopK-1200x840@diario_abc.jpeg)
Catherine Gueguen, pediatra y referencia internacional en la educación de los más pequeños, acaba de escribir 'Entre tú y yo', un libro con el que pretende dar a los padres las claves para encontrar su equilibrio familiar. «Para los pequeños, lo esencial es que su familia dedique tiempo a preguntarles cómo se sienten y qué quieren; que perciban un interés genuino por sus emociones y por sus necesidades. Eso les hará sentir confianza y amor. Y de eso va este libro».
«Necesito que me apoyes, pero no que hagas las cosas por mí...». Esta es una de las peticiones que el protagonista pide a sus padres a lo largo del libro y que da voz al niño, pero también ayudará a los progenitores a trabajar sus propias emociones. Se trata de una obra que apela a la importancia de la salud mental infantil, cuyo cuidado debería empezar desde los primeros momentos de vida.
En declaraciones a ABC, esta pediatra ofrece un interesante consejo cuando en una familia se percibe que las cosas no van bien y se ha roto la armonía familiar. «Cuando sientas que las cosas no funcionan bien, haz una reunión una vez a la semana, todos juntos, por ejemplo un domingo por la tarde. Anota en un cuaderno: ¿qué nos haría sentir bien juntos? ¿Quién tiene ideas? Los niños y adolescentes están encantados de participar. De esta forma, se sienten considerados y valorados, y les gusta contribuir a las reglas establecidas en familia, lo que refuerza su sentimiento de pertenencia».
Recomienda una semana después hacer balance de la situación. «Por supuesto, no todos habrán aplicado estrictamente las normas; no pasa nada, pero al menos lo hemos intentado (no castigamos). En la mayoría de los casos, toda la familia progresa con bastante rapidez».
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Esta fórmula se puede empezar a realizar en casa cuando los niños tengan entre 5 y 6 años para que participen plenamente. «Antes de esa edad, están ahí y participan lo mejor que pueden, pero son demasiado pequeños para comprender la situación», concluye.
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