Manual para mantener el tipo en verano

Si te has propuesto terminar el verano con el mismo «tipazo» con el que has empezado, el manual de Néctar, Salud en Positivo puede servirte de hoja de ruta:

•Un ‘extra’ no puede convertirse en lo normal: Fíjate en lo que comes. Si en el plato hay alimentos que no podías comer mientras hacías dieta, estás haciendo un extra. No es nada malo, pero los días posteriores deberás portarte bien. «Cuando los extras se convierten en algo habitual es cuando empezamos a ganar el peso perdido. Controlar lo que se come y sólo hacer excepciones de vez en cuando es el único modo de mantener el peso en verano», recuerda José Cordero, director médico de Néctar, Salud en Positivo.

•El mejor tentempié: Cerezas, fresones, sandía, melón… la fruta de verano es muy sabrosa y apetecible. Aprovecha la gran variedad y come mucha fruta entre horas: te refrescará y saciará. Según el experto de Néctar, «su alto contenido en agua, sus mínimas calorías y grasas, y su riqueza en carbohidratos y en azúcares naturales contribuyen a regenerar las reservas energéticas sin que eso pase factura a nuestra figura, todo lo contrario. Algunas frutas, como el melocotón también contienen fibra por lo que mejoran el tránsito intestinal y combaten el estreñimiento».

•¡No te tumbes! Nada de tumbarse horas y horas al sol. Aprovecha todos los beneficios de la arena, el agua y el aire libre manteniendo activo tu cuerpo y pasando un buen rato. Juega a las palas, nada hasta la boya, da largos paseos u organiza un partido de voley playa al atardecer. «Hacer ejercicio en la arena de la playa tonifica los muslos y glúteos, y, la acción de las olas rompiendo a la altura de los tobillos activa la circulación», explica el Dr. Cordero.

•Beach running. Si durante tu operación bikini has conseguido «engancharte» al running e ir superándote día a día, no pierdas la oportunidad de seguir haciéndolo en verano. Vayas donde vayas de vacaciones, mete en tu maleta tus zapatillas y aprovecha para salir a correr prontito por la mañana o al atardecer. No pierdas ese buen hábito que tanto esfuerzo te ha costado. Si además corres por un terreno distinto al asfalto, como puede ser la arena de la playa o el campo, no sólo mejorarás la respiración sino que quemarás más calorías y grasas, puesto que la resistencia del terreno exige un mayor esfuerzo.

•Pásalo bien y… ¡ríe! Baila, canta, diviértete y, sobre todo, ríete. Diversos estudios han demostrado que reír ayuda a quemar calorías puesto que se mueven 400 músculos. Por cada 10-15 minutos de risa puedes quemar hasta 40 calorías ¡Te imaginas cuántas calorías puedes quemar pasando una tarde con tus amigas! Además, crea un clima positivo, levanta el ánimo de los que te rodean y reduce la tensión muscular y la producción de hormonas que causan el estrés, incrementando la absorción de oxígeno en la sangre.