El falso «pijerío» de Pin y Pon

Suele existir una estrecha relación entre las palabras y el pensamiento , del mismo modo que la hay entre las formas y las ideas. ¿Qué extraña contradicción se encuentra en la foto del día? Dejando atrás el cutrerío habitual poco apetecible de la camisa blanca y el pantalón oscuro pardo que ha caracterizado a Rubalcaba y a Sánchez, el dúo dinámico del PSOE cambia su «packaging».

Como cualquier especialista del mundo comercial sabe, el «empaquetado» es crucial en la presentación de un producto. Por muy malo que sea un regalo, si está bien envuelto, todos felices . Miedo da que esta España inculta y conformista se vuelva a tragar el camelo de un buen marketing.

En una situación en la que las buenas decisiones son impopulares y difíciles de tomar, la cúpula del PSOE cambia de look. Ya caímos en manos de Zapatero por «guapo» y por «buen rollito»: niño más o menos bien de León, aparentemente inofensivo. Pero no hay nada más peligroso que un indocumentado con papeles .

Ahora Alfredo y «Peter Pan» se disfrazan de niños pijos, con el uniforme «preppie» de los estudiantes de las mejores escuelas norteamericanas : pantalón beige tipo chino y camisita de tela Oxford azul claro, aparentemente inofensiva. Cualquier presentador de la teletienda norteamericana que venda novedosos electrodomésticos o productos de limpieza, se presenta de la misma guisa para conquistar clientas de este a oeste. Se trata del «uniforme habitual de chico bueno» por excelencia.

Sánchez y Rubalcaba, esperarán así que el electorado se asuste menos de las reformas que proponen. Con esta apariencia internacional y de niños buenos, pretenden conquistar a señoras aburridas, pensionistas asustados y jóvenes sin trabajo. Esta presencia aseada, muy alejada de la pana de rigor de los estereotipos de la izquierda vieja y dura, busca asociarse a una democracia más moderna. En materia de vestir y de formas – únicamente— el PSOE está viajando al centro.