El líder de la Mocro Maffia que amenazó a la Princesa Amalia se fuga y la Justicia holandesa pide explicaciones

Karim Bouyakhricham, alias 'el Capitán', líder del clan del mismo nombre es el enemigo público número 1 de Holanda, y un objetivo codiciadísimo por la Policía española, que ha vuelto a perderlo tras detenerlo en enero en Marbella. Llevaban una década pisándole los talones y cinco años investigándole con enormes dificultades. Pasó menos de dos meses en prisión y la Audiencia de Málaga lo dejó en libertad en contra del criterio de la Fiscalía Antidroga y de la juez de instrucción, y con una orden de extradición solicitada por Holanda. El narco, consciente de esa reclamación, no ha vuelto a comparecer en el juzgado. Todo apunta a que la descoordinación judicial está detrás de esta fuga que compromete la imagen de España ante las autoridades policiales y judiciales holandesas.

Karim no solo traficaba con cargamentos de droga, se relacionaba con las organizaciones de narcos de medio mundo y blanqueaba millones de euros en ladrillo en la Costa del Sol subcontratando a los mejores. Se cree, además, que es quien está detrás de las amenazas de muerte a la Princesa Amalia de Holanda a la que sus padres, los Reyes holandeses, enviaron a España para alejarla de esas amenazas.

La operación Army, desarrollada por la UDEF y la UDYCO de la Policía Nacional en enero tras cinco años de pesquisas, permitió además de su detención y la de otros cinco miembros de su grupo en Málaga y Melilla, desmantelar una potente estructura financiera que blanqueaba los millonarios beneficios del tráfico de drogas en el sector inmobiliario.

Pero la alegría duró poco. A los 53 días de que el juzgado de Instrucción 4 de Marbella ordenara su ingreso en prisión, Bouyakhricham quedó en libertad, según ha informado la SER y han confirmado a ABC fuentes policiales.

Fue por un recurso de su defensa contra la decisión del juzgado de instrucción número 4 de Marbella de mantenerle en preventiva. La Audiencia Provincial de Málaga revisó su situación en una vista celebrada a finales de febrero y aunque apreciaba riesgo de fuga, acabó decretando su libertad con medidas cautelares.

«Hemos de decir que, en contra de lo que se alega en el recurso, sí que existe riesgo de fuga, toda vez que el recurrente es ciudadano extranjero, sin que conste que tenga bienes raíces en España, en donde ha venido viviendo en una casa propiedad de su esposa Melanie. Pero como se indica en el Auto recurrido, su esposa manifestó que ella vive en Dubai, y que solo viene a Marbella de vez en cuando. A ello ha de sumarse que el tipo básico del delito de blanqueo de capitales prevé pena de hasta seis años de prisión. Todo lo que revela la existencia de ese riesgo de fuga» razonaban los magistrados.

Pese a ello, resolvieron que podían conjurar el riesgo de que se escapase fijando otras medidas de control más leves. Le impusieron una fianza de 50.000 euros, que abonó; retirada del pasaporte, prohibición de salida del territorio nacional y comparecencias quincenales en sede judicial.

Aún no había salido en libertad cuando la Audiencia Nacional recibió la orden europea de detención y entrega que habían emitido sobre él las autoridades holandesas. Estando, como estaba, en prisión provisional y teniendo la causa de blanqueo pendiente, el Juzgado Central de Instrucción número 2 no vio necesario acordar su detención para la entrega, que no iba a formalizarse en plazo porque primero, habría de rendir cuentas ante la Justicia española.

Sin embargo, se encontraba ya en libertad bajo fianza cuando Países Bajos remitió una ampliación de la orden europea en su contra. El juez Ismael Moreno resolvió citarle para comunicarle los nuevos cargos que pesaban sobre él en aquel país. Nunca acudió. Se dictó una orden internacional de detención en su contra que vuelve a poner a la Policía a intentar seguir su rastro.

«Es una vergüenza. Estamos hartos, venden la lucha contra el narco y es todo mentira. Solo tenían que habernos pedido un informe a la Policía. El riesgo de reiteración delictiva y de fuga es más que evidente pero la Audiencia de Málaga aplica su doctrina y lo demás poco le importa», detallan a ABC fuentes de la investigación

El narco solo tuvo que pagar 50.000 euros de fianza, pese a que se le intervinieron cerca de tres millones en cuentas bancarias y se bloquearon 172 propiedades por valor de 50 millones de euros. En los registros encontraron 75.000 euros, joyas y armas de fuego. Los investigadores sostienen que la organización ha realizado operaciones de blanqueo por importe de seis millones de euros, aunque esa cifra podría ser solo aproximada puesto que se les vincula con la introducción de enormes partidas de cocaína a través del puerto de Amberes, sobre todo.

«La AN no tiene la culpa», dicen los investigadores. «No le conocen, es una OED más, tiene responsabilidad pero no en el mismo grado que la Audiencia de Málaga en este caso, que es quien decreta la libertad sin escuchar a la Fiscalía Antidroga ni al instructor».

La situación ha desembocado en que el juez de enlace holandés haya pedido explicaciones al titular del Central 2. Para ellos es una pieza a batir y su fuga un elemento preocupante para la seguridad nacional.

«Estará con su padre en Marruecos. Él ya se fugó antes», señalan las fuentes consultadas. Hablan de «El Coronel», el primer jefe del clan Bouyakhricham.