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Felipe González lanza su diatriba más dura contra Sánchez: «La carta no fue liderazgo, yo no me la creí»

El expresidente arremete en el programa 'El Hormiguero' contra el líder del PSOE y contra Zapatero, cuya herencia califica de «terrorífica» en Cataluña

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La política, un imán para la audiencia de 'El Hormiguero'

Felipe González, durante su intervención en El Hormiguero ABC
Mariano Alonso

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El expresidente del Gobierno y líder del PSOE entre 1974, aún en la clandestinidad, y 1997, Felipe González, ha lanzado este jueves su diatriba más dura contra Pedro Sánchez y contra el otro presidente socialista de la democracia, José Luis Rodríguez Zapatero. Y no lo ha hecho en ningún foro de debate o similar, sino en un programa de entretenimiento de gran audiencia, en 'El Hormiguero' de Antena 3 Televisión.

Durante una hora de conversación con Pablo Motos, que en esta ocasión ha prescindido de cualquiera de sus colaboradores o secciones, González ha criticado muy duramente la carta que el presidente del Gobierno remitió a los españoles a finales de abril. «Eso no fue liderazgo», ha sentenciado, recibiendo la ovación del público que habitualmente sigue el programa en directo. «Yo no me lo creí», ha aseverado preguntado sobre si pudo dimitir. Y tras asegurar que durante su mandato pensó «unas pocas de veces» en tomar ese camino, ha opinado sobre lo que un líder debe hacer cuando tiene dudas: «La persona que tienen la responsabilidad de tomar decisiones duda con la almohada y cuando consulta con la almohada le dice a los ciudadanos qué es lo que cree que hay que hacer, no le pregunta por lo que hay que hacer».

Más hiriente aún ha sido con Zapatero, del que ha dicho con tono sarcástico que «es buen muchacho», para calificar a continuación de «terrorífica» su herencia en Cataluña para el PSC, y recordar que en 2011, cuando dejó el Gobierno, el PP ganó por mayoría absoluta y «dejó sólo a [Alfredo Pérez] Rubalcaba» . Preguntado por la votación de la ley de amnistía el próximo día 30 en el Congreso, el histórico dirigente socialista ha comenzado así su disertación: «A lo mejor de lo que digo ahora se entera hasta Zapatero, que le cuesta trabajo eh...», una afirmación que ha provocado una sonora risotada del público.

El expresidente, en cambio, ha elogiado al expresidente de Aragón, y líder del PSOE en esa comunidad, Javier Lambán, al día siguiente de respaldarle en la presentación de su libro. Pero también, y sobre todo, a Salvador Illa, del que ha dicho que debe presidir la Generalitat «por la sociedad catalana, porque además tiene el estilo de convivencia que se merecen los ciudadanos». Y ha pedido que en la negociación para el futuro Gobierno catalán no haya «cambio de cromos». «Espero que a partir de ahora no se negocie nada ni con Puigdemont [Carles] ni con Aragonès [Pere] sin que pase por el conocimiento y la corresponsabilidad de Salvador Illa. ¿Cómo van a negociar aquello que yo tengo que gobernar, si de verdad quieren que gobierne, en Ginebra o en Waterloo?», se ha interrogado retóricamente, aludiendo a las negociaciones abiertas fuera de España entre el PSOE y Junts per Catalunya.

Con un ejemplar de la Constitución

Vestido con traje y corbata, y con gafas durante toda la entrevista, González ha aparecido en el plató del exitoso programa con un portafolios. De él ha sacado una Constitución que ha blandido y varios de cuyos artículos ha ido leyendo en diversos momentos de la charla. Con el ejemplar de la Carta Magna en la mano, y apelando a la «gente joven», el que fuera jefe del Ejecutivo entre 1982 y 1996 ha dicho que «esto que pactamos, allá por el 78, donde más se votó de toda España fue en Cataluña. Después de que llegará el verdadero exiliado, que era Tarradellas [Josep]». Y ha añadido: «A lo mejor se entera esta noche Puigdemont, y Aragonés, de que se votó más que en ninguna parte de España. Ésta, eh, no las tonterías que se inventan ellos. Por lo menos deberían tener respeto para esos catalanes que pueden tener mi edad, o más edad que yo», ha señalado el político sevillano, que tiene 82 años cumplidos.

Lo referente a la carta de Sánchez y a los cinco días de abril en que amagó con dimitir no ha sido la única crítica al inquilino de La Moncloa ni al PSOE. Refiriéndose precisamente a Lambán, al que ha calificado como una persona «honesta», González ha criticado que se le pueda sancionar «porque hace lo que decía el partido hace un año, no podemos insultar a la inteligencia». Una referencia a la ley de amnistía, que ha vuelto a criticar con dureza, y al hecho de que el expresidente aragonés se ausentase de la votación sobre esa norma en el Senado, una indisciplina que ha recibido la correspondiente multa de 600 euros en el Grupo Socialista.

González ha criticado tanto la forma de Sánchez de llevar el Gobierno como de dirigir el partido. En varios ocasiones ha asegurado que él estuvo en el Gobierno «para gobernar, y no para estar», y sobre el PSOE, del que ha recordado expresamente que «lo reconstruí yo», en referencia al proceso que dividió al partido entre los dirigentes del exilio, como Rodolfo Llopis, y los del interior, como él mismo o Alfonso Guerra. Un proceso que culminó en el célebre congreso de Suresnes, del que el próximo mes de octubre se cumplirán cincuenta años. Igualmente, ha asegurado que en el Comité Federal (el máximo órgano entre congresos del PSOE) en su época había un «20% o 30%» de voces discrepantes y «los debates duraban un día, o un día y medio. Eso se ha acabado».

El ex líder del PSOE se ha pronunciado también sobre otros asuntos de la actualidad. Antes de despedir la entrevista, y sin que le preguntasen expresamente por ello, ha pedido «renovar ya el Consejo General del Poder Judicial, mañana es tarde», y ha criticado al Partido Popular (PP) por haber dado en los últimos seis años argumentos muy dispares para no hacerlo. «Han dado tantas razones que es que no tienen ninguna razón», ha sentenciado sobre los de Alberto Núñez Feijóo.

En cuanto a las cuestiones de carácter internacional, González ha asegurado que él no hubiera retirado a la embajadora en Argentina como ha hecho el Gobierno, al tiempo que ha descalificado al presidente argentino, Javier Milei, por sus palabras «maleducadas» contra Sánchez y en general por sus posicionamientos políticos, singularmente su crítica a la sanidad y la educación públicas.

Acerca del reconocimiento de Palestina que el Gobierno adoptará junto a Irlanda y Noruega en el Consejo de Ministros del próximo martes, González no se ha opuesto al mismo, si bien se ha mostrado escéptico a la hora de valorar sus efectos sobre el conflicto de Oriente Próximo. Un conflicto sobre el que ha pronunciado una larga disertación, incluida su experiencia en 1991 como anfitrión de la conferencia de paz que albergó Madrid, y que abrió el camino para los acuerdos de Oslo dos años después.

A su juicio, no se puede ignorar la «complejidad» de un conficto en el que «llevo metido», ha dicho con tono coloquial, desde 1973. En esa línea ha arremetido también de manera muy ácida contra la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, por haber pedido que Palestina sea reconocida «desde el río hasta el mar». El veterano dirigente se ha preguntado con escándalo «pero quién le habrá contado eso. Desde el Jordán hasta el mar es toda Palestina, por tanto quiere decir que hay que echar, como dicen los iraníes, a los judíos al mar... como los echó Hitler, que los echó a las cámaras de gas». González ha señalado que esta posición es similar, aunque desde otro ángulo, a la de los judíos ortodoxos y colonos que reivindican el mismo territorio en su totalidad.

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