Esposado por la espalda, con 90 euros y amenazando a un abogado

Seis y media de la tarde del jueves. Luis Bárcenas se ha pasado las últimas seis horas custodiado por agentes de Policía esperando a que el juez instructor del caso Gürtel, Pablo Ruz, tome una decisión tras escuchar su declaración. La noticia le llega en el despacho del secretario judicial, donde le entregan el auto que supone su inmediato ingreso en prisión .

Acompañado por su abogado y escoltado por tres agentes que le llevan al furgón de la Guardia Civil, Bárcenas se cruza con el resto de abogados, que aguardan para recibir el escrito de Ruz. En ese momento, el extesorero del PP se gira y apuntando con el dedo índice al abogado de la acusación popular ADADE, Mariano Benítez de Lugo, le espeta: « El socialista me va a encontrar ». Por este motivo, el letrado presentó ayer una denuncia en la Audiencia.

En el escrito, Benítez de Lugo destaca el « tono amenazante » de Bárcenas y asegura que sus palabras fueron escuchadas por los tres agentes y por el propio abogado de Bárcenas, Alfonso Trallero, que le «recriminó suavemente su actitud» y le dijo « venga, venga ». Unas horas antes, Benítez de Lugo había solicitado el ingreso en prisión del exsenador, si bien pidió al juez que le estableciera una fianza.

Fuentes jurídicas aseguran que en ese momento, y en presencia del juez, Bárcenas se quedó mirándole fijamente durante largo rato . Ya en el furgón, Bárcenas ofrece sus manos al frente para que la Guardia Civil le espose. Pero los agentes le corrigen: esposado, sí, pero con las manos a la espalda. Y empieza la ruta hasta Soto del Real.

Una manzana y a la cama

Luis Bárcenas ingresó en la cárcel con 90 euros en el bolsillo que le fueron requisados, hizo una llamada a un familiar y se fue a la cama habiendo cenado solo una manzana. Según Europa Press, el imputado se mostró tranquilo en todo momento y durmió acompañado de otro preso. La celda cuenta con una litera doble, un servicio y un armario de obra.

También hay un botón para avisar a un funcionario, que le atenderá a través de un interfono. En su primera noche, no lo utilizó. Durante su estancia en la cárcel, podrá gastar 80 euros semanales en el economato. Entre otros productos, encontrará café, refrescos o detergente.