Elecciones Andalucía 2002
Juanma Moreno: «Pedro Sánchez quiere que yo gobierne con Vox»
«El PSOE de Andalucía fuerte y capaz ya no existe, lo que existe es una delegación del 'sanchismo'»
«Si gano y vuelvo a gobernar no sé si será mi último mandato, dependerá de las circunstancias»
El Juanma Moreno más íntimo: «Que me digan mis hijos 'papá, nunca estás' es lo que más me duele
Elecciones en Andalucía 2022, en directo
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónAparece con gesto cansado pero sonriente. Ha dormido poco, porque la noche anterior había estado en el incendio de Sierra Bermeja y a las siete de la mañana ya le estaba llamando la consejera de Agricultura para informarle de los últimos datos del suceso. Acaba ... de superar el ecuador de la campaña y, mientras sus asesores le pasan documentación para preparar el último debate televisivo, señala con prudencia que «todo va bien, pero aún queda mucho». Juan Manuel Moreno Bonilla hace una pausa en su ajetreada agenda electoral para recibir a ABC.
En marzo de 2014 mantuvimos una entrevista; usted acababa de ser elegido presidente del PP andaluz. En aquella charla ya habló del cambio político. Le confieso mi total incredulidad hacia sus palabras. Hoy, ocho años después, me gustaría saber si usted realmente se lo creía o si era una pose ante la prensa.
Hombre, era consciente de que la tarea era difícil. Pero siempre he pensado que solo pueden los que creen que pueden, y yo siempre he intentado creer. Tengo que confesarte que era consciente de que en las elecciones de 2015 no iba a ser posible, pero pensaba que en las siguientes se podía conseguir. En la campaña de 2018 yo dije a varias personas, Carlos Herrera es testigo, que iba a ser presidente. Notaba un agotamiento del PSOE que después se tradujo en una abstención brutal, que es lo que me permitió ser presidente. Siempre he tenido fe, pienso que cuando uno comienza cualquier empresa tiene que creer en uno mismo y sus posibilidades, si no es imposible trasladarlo a los demás. Máxime cuando además, como era mi caso, te enfrentas a una maquinaria poderosa que te machaca desde el primer minuto.
¿En qué consiste el cambio? En una frase.
El cambio en Andalucía es que las cosas funcionen. Donde había falta de interés ahora hay ambición, donde no había eficacia ahora hay eficiencia. Eso es lo más importante del cambio.
Las estadísticas han mejorado en estos cuatro años, pero Andalucía sigue en la cola de todos los índices socioeconómicos de España. ¿Es un atraso endémico que no tiene solución?
Claro que tiene solución, y además se va a revertir. Es cierto que nuestra economía tiene todavía muchas debilidades, venimos de casi cuarenta años de socialismo en los que no se ha estimulado el talento que había en Andalucía en el ámbito productivo y emprendedor. Eso se ha notado. A diferencia de la cultura empresarial que se ha ido desarrollando en la Comunidad Valenciana o la de Murcia, que no tenían cultura empresarial y ahora sí la tienen, en Andalucía nunca se ha fomentado esa capacidad emprendedora. En Andalucía toda la economía se ha basado en el sector público y apenas en el privado, y como consecuencia tenemos el problema de un tejido productivo todavía débil. Pero eso va a cambiar.
Le doy dos datos: por primera vez en muchos años, cuando el PIB español ha caído como consecuencia de la pandemia, el PIB andaluz ha caído menos. Eso no es habitual, siempre cuando España se resfriaba, nosotros cogíamos una pulmonía. Y cuando crecemos lo hacemos por encima de la media española. El segundo es que somos líderes en trabajadores autónomos. Eso representa un cambio de mentalidad, significa que hay una parte de la sociedad que ha decidido pasar de la economía pasiva a la economía activa. Gente que ha arriesgado, que ha pedido un crédito al banco o dinero a su familia para montar su propio negocio. Muchos de ellos van a caer; pero otros muchos van a prosperar y en tres, cuatro o cinco años serán una pequeña o mediana empresa que ya no dé trabajo a una persona, sino que tenga cuatro o cinco empleados.
Este cambio de mentalidad lo he visto en muchos pueblos, chavales que antes arreglaban una moto y ahora han montado un taller. Supone un cambio brutal, fundamental, significa poner el talento al servicio de la capacidad productiva. Todo esto necesita tiempo, pero algo se está moviendo en Andalucía. Ahora Andalucía es mucho más seria en el ámbito de la gestión, tenemos una imagen de rigor, y eso también ayuda. En definitiva, Andalucía es un imán para la atracción de inversiones tanto nacionales como internacionales, y también para estimular el talento local. Le doy un último dato: en 2021 Andalucía registró más constitución de nuevas empresas que Cataluña. Algo se está moviendo cuando Andalucía empieza a despertar.
Pero tras estos cuatro años de gobierno del cambio las encuestas auguran el hundimiento de Ciudadanos y la probabilidad cierta de que usted tenga que pactar con Vox. ¿Cómo sería el recambio, el cambio del cambio?
Igual que en 2014 cuando me preguntaste te dije que podía ser presidente, ahora creo que se puede alcanzar una mayoría suficiente para gobernar en solitario. Es más, para Andalucía lo mejor que le podría pasar es que hubiera un gobierno sin limitaciones, sin las manos atadas. Llegaríamos mucho más lejos y mucho más rápido. Si tuviéramos que conformar una nueva coalición, durante más de un año esos nuevos equipos tendrían que aprender a gestionar, porque los equipos de esa formación política no están preparados, no tienen experiencia, no han gestionado nunca nada. Aprender a gestionar es muy difícil, sobre todo en una comunidad con un presupuesto de más de 40.000 millones de euros. Para Andalucía, y más ante un año difícil con las turbulencias económicas que auguran la UE y las entidades financieras, necesitamos un Gobierno fuerte, sólido, sin ataduras. Por eso apelo a una mayoría social que nos permita gobernar en solitario.
Es decir, sacar más escaños que todo el bloque de izquierdas…
Así es. Y cuanto más nos aproximemos a la mayoría absoluta, más posibilidades tendremos de hacer cosas ágiles. El diálogo y la política de los pactos está muy bien, pero también tiene muchas debilidades, se dedica muchas energías a negociar cosas que son absurdas para el ciudadano; cuando hay un componente excesivamente ideológico en el Gobierno limita la gestión. Se pierde tiempo, si a eso sumamos que los nuevos equipos que se incorporan no están rodados ni tienen experiencia se ralentiza aún más el desarrollo de la acción de gobierno. Andalucía necesita un gobierno monocolor en el que todos los consejeros vayan en la misma línea.
Por lo que veo le quita el sueño tener de vicepresidenta a Macarena Olona, igual que a Pedro Sánchez se lo quitaba Pablo Iglesias…
A mi me quita el sueño los problemas severos, la pandemia, ahora el incendio de Sierra Bermeja… Yo soy una persona flexible y con capacidad de adaptación, pero sinceramente creo que para Andalucía no sería positivo ahora mismo un gobierno de coalición. Si los andaluces reflexionan llegarán a la conclusión de que ahora, más que nunca, el voto útil es necesario para mantener las reformas, consolidar el cambio y no volver atrás. Yo no tengo ganas de ponerme ahora a enseñar a gobernar, francamente.
¿Cuáles serían las líneas rojas en una negociación con Vox? El cierre de RTVA, despidos de funcionarios, las politicas sociales...
Yo soy constitucionalista, y cuando uno es constitucionalista no es de una parte de la Constitución, sino de su conjunto. Y el título VIII garantiza la ordenación del territorio. Yo no puedo faltar a eso, hay que respetar la Constitucion y el Estatuto de Autonomía. Pido sensatez, no coincido con esas propuestas. Y no entiendo que se quiera participar en un gobierno en el que no crees.
¿Descarta ya renovar el pacto con Ciudadanos?
No, en absoluto. El pacto ha sido una experiencia positiva y ha habido una sintonía personal que ha hecho que las cosas funcionen. Pero tendríamos que convocar mucho voto útil para que se dé esa suma.
¿Y un pacto con el PSOE para alejar a los partidos extremistas es política ficción?
Es política ficción porque el PSOE ha desterrado esa posibilidad. Espadas ha dicho que bajo ningún concepto se abstendrá para permitir que yo sea presidente si gano las elecciones. El PSOE no está en condiciones de hacer políticas de Estado en Andalucía porque se ha convertido en un apéndice de Sánchez. Quien manda realmente en el PSOE de Andalucía es Pedro Sánchez. Desde Moncloa se dirige la campaña y le dicen a Espadas lo que tiene que decir o hacer. El PSOE andaluz fuerte y capaz ya no existe, lo que existe es una delegación del 'sanchismo', y esa delegación no va a permitir que yo gobierne sin Vox. Sánchez quiere que yo gobierne con Vox, porque quiere utilizarlo en las futuras elecciones generales. Por eso le ha prohibido a Espadas abstenerse.
Tras las elecciones de Madrid y Castilla y León, ¿Siente que está en su mano el empujón definitivo para derribar a Sánchez?
Las elecciones son autonómicas, no debemos perder ese norte. Nos estamos jugando el futuro inmediato de los andaluces, nuestra sanidad, nuestra educación, nuestras infraestructuras… Dicho esto, es evidente que un mal resultado del PSOE en Andalucía supondría un grave tropiezo, quizás definitivo, en el proyecto político de Sánchez, ese modelo Frankenstein que ha puesto en marcha en España.
¿A usted le favorece que Sánchez venga a Andalucía en la campaña?
No sé si me favorece o no, lo que sí sé es que el balance de su gestión en Andalucía no es bueno. Las encuestas recogen que su gestión no es bien valorada porque es evidente que no ha tratado bien a Andalucía. Su pacto se lo impide; aunque quisiera tratar bien a Andalucía no puede, porque Esquerra o Bildu no se lo iban a permitir. En los repartos territoriales siempre salen beneficiadas Cataluña, el País Vasco y Navarra.
¿Y a usted qué le dice Feijóo? «¿Juanma, no me falles?»
No, lo único que me ha dicho es «estoy a tu disposición. Dime qué quieres que haga». La máxima colaboración, y esto es muy de agradecer. Tenemos buena sintonía personal y política. Alberto ha sido presidente autonómico muchos años y sabe que quien mejor conoce la realidad de Andalucía somos nosotros. Él viene a complementar y a ayudar, y lo agradecemos mucho. Fíjese qué paradoja, solo hay dos partidos con capacidad de decisión desde Andalucía y para Andalucía. Vox no tiene ninguna, se decide todo en un despacho a 500 kilómetros; Por Andalucía no tiene ninguna, el PSOE tampoco, y sí lo tenemos Teresa Rodríguez y el PP andaluz. Somos las dos únicas fuerzas políticas con autonomía para decidir, sin injerencias desde Madrid.
Si Pablo Casado siguiera siendo presidente del PP, ¿Usted tendría menos probabilidades de ganar las elecciones?
Creo que no, se trata de unas elecciones autonómicas. Llevamos casi medio siglo de democracia, y los ciudadanos saben distinguir las elecciones. Votan en función de cada momento. Ahora, tengo que reconocer que Alberto Núñez Feijóo ha sido un acicate, un estímulo para el votante del PP y para el propio PP. Los ciudadanos ven en él una clara alternativa a Sánchez.
Las encuestas han detectado un trasvase de votos del PSOE al PP. ¿Es la clave para alcanzar la mayoría suficiente?
Sin duda. Optamos a todos los votantes. Aquí hemos tenido casi 40 años de socialismo, y eso es una anormalidad en las democracias occidentales. Igual que la alternancia se produjo en diciembre de 2018, se debe ver con absoluta normalidad que los ciudadanos cambien de voto, y no pasa nada. Igual que un señor del PP puede votar en un momento dado al PSOE si considera que lo está haciendo mejor. La madurez de la democracia se mide por la alternancia y la capacidad de premiar o castigar a quien esté ejerciendo la gestión.
¿Si gana el próximo domingo será su último mandato?
Eso va a depender mucho de las circunstancias. Desde el punto de vista vital no me gustaría alargar mucho este periodo de mi vida. Soy una persona de mediana edad, tengo hijos que empiezan a dejar de ser pequeños y necesito recuperar el espacio familiar que he tenido que dejar un poco de lado por las exigencias de mi cargo. Y me gustaría probarme en otros campos en los que creo que puedo ser productivo.
¿Se refiere a la política nacional o a la empresa privada?
Bueno, más a la empresa. Pero todo va a depender de las circunstancias. Si los andaluces me vuelven a dar su confianza lo que nunca haré será poner en riesgo ocho años de cambio por una cuestión personal. Una cosa es que me apetezca retirarme y otra poner en riesgo el trabajo de ocho años. Lo que tengo claro es que no voy a ser Chaves ni Bono, en el sentido de mandatos largos. No solo porque depende del voto de los ciudadanos sino que personalmente no me apetecería.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete