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Las constructoras españolas dejan su huella en medio mundo

Los contratos internacionales de las empresas de nuestro país de infraestructuras superan los 74.000 millones de euros

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luis p. arechederra

Las constructoras españolas siguen conquistando mundo. El llamado AVE del desierto , el Canal de Panamá, el metro de Lima, y más. La lista de obras internacionales de bandera realizadas por empresas españolas es larga. Desde hace años, las grandes compañías del sector de la construcción y la ingeniería civil (Sacyr, Ferrovial, ACS, FCC, Acciona y OHL, todas en el Ibex) han lanzado las redes de su actividad a los megacontratos del mundo. Hasta acumular, hoy, una cartera conjunta de proyectos internacionales que supera los 74.000 millones de euros.

Pero esta presencia en el extranjero no fue siempre tan elevada. En el pico de la burbuja inmobiliaria, cuando España nadaba en la prosperidad y llegó a construir unas 600.000 viviendas en un año, el mercado doméstico era el terreno de juego de estas compañías. Las empresas crecían a hombros de la burbuja. En el año 2007, por ejemplo, casi el 70% de los proyectos del sector se ubicaba dentro de nuestras fronteras. Eso ha cambiado.

Desde entonces, han pasado solo siete años, pero vaya siete años. El huracán de la crisis convirtió el mercado nacional en un desierto y obligó a las empresas a buscar las habichuelas fuera. «En 2008 muchas empresas comenzaron su andadura por el extranjero, acompañados por su experiencia y sus equipos de excelentes profesionales», explica Aurora Pardo, responsable de construcción en March JLT, aseguradora que asesora a las constructoras en la gestión de sus proyectos en el extranjero.

La crisis también secó la obra civil promovida por las Administraciones, presionadas por los objetivos de déficit público. «Este parón en la inversión pública ha dejado una gran capacidad de producción disponible, lo que permite ofertar muy buenos precios en las ofertas internacionales», apunta José Ramón Pin, economista y profesor de IESE Business School.

Esta necesidad de reinvención ha llevado al nuevo escenario. En la actualidad, el 84% de la cartera de proyectos de las constructoras procede de contratos en el extranjero. Sin ir más lejos, en 2013, cerraron nuevos contratos de obras en el extranjero por un importe que superó los 35.000 millones de euros. Un registro histórico que dejó atrás los números de 2012, cuando las adjudicaciones sumaron 23.400 millones de euros.

Ya son multinacionales

De ahora en adelante a estas compañías «les va a ir mejor», señala Fernando Vizoso, senior manager del Sector Infraestructuras de KPMG en España. «Uno de los puntos débiles que tenían era que, aunque hicieran negocio fuera, sus organizaciones estaban orientadas a España . Ahora se han transformado y han sentado las bases para funcionar como verdaderas multinacionales», razona. «Eso les coloca en una buena posición para aprovechar las oportunidades que vengan».

Pero, ¿cuál es el secreto? ¿Por qué tienen tanto éxito en las concesiones y licitaciones internacionales? Vizoso, de KPMG, aporta dos claves. Por un lado, la capacidad técnica de la constructoras españolas está probada y eso se refleja en lo que el sector denomina las «credenciales». ¿Qué significa esto? «No te van a adjudicar un proyecto si no puedes demostrar que has hecho uno similar, en tamaño y complejidad, en los últimos 10 años», responde el experto de KPMG, y «las españolas tienen un cúmulo de credenciales importante, gracias a la actividad que desarrollaron en España». Por eso, algunas de las infraestructuras que más exportamos, explica la analista de March JLT, son «el AVE y el sistema de Metro».

El otro factor que apunta Vizoso es la «competitividad». «Son capaces de ganar eficiencia en la gestión y pueden ofrecer precios bastante bajos». El economista Pin destaca el «excelente» nivel de la ingeniería civil española y la transformación de España en sus infraestructuras en la segunda mitad del siglo XX. «El conocimiento práctico se ha unido al teórico».

Una de las últimas obras más importantes adjudicadas a las compañías españolas ha sido la construcción de la línea 2 del metro de Lima, de la que se encargará un consorcio liderado por ACS, al 25%, y FCC, al 19%, por 3.900 millones de euros. Es la tercera obra más grande que consiguen las empresas de nuestro país, por detrás de de la línea ferroviaria de alta velocidad entre la Meca y Medina (6.736 millones), en la que participan 12 compañías españolas entre las que figuran OHL, Renfe y Adif; y el metro de Riad (6.070 millones, de los que 1.700 pertenecen a FCC). Pero hay más. Como la ampliación del Canal de Panamá (Sacyr), el hotel y casino Winn Cotai en Macao, China (ACS), autopistas norteamericanas como la LBJ Express o la North Tarrant Express (Ferrovial), o el túnel Legacy Way en Australia (Acciona).

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