La amenaza arancelaria castiga a las Bolsas europeas con caídas de hasta el 1,9%
El Ibex logra aguantar por encima de los 14.000 puntos tras suavizar su caída en la última parte de la jornada
Wall Street se tiñe también de rojo por los mensajes del presidente norteamericano
Trump amenaza con imponer un arancel del 50% a los productos europeos a partir del 1 de junio

La historia se repite. Una nueva amenaza del presidente norteamericano de fijar un arancel del 50% a la Unión Europea a partir del 1 de junio ha teñido las Bolsas de rojo en todo Occidente, aunque los mercados en la parte final de la jornada han logrado suavizar las caídas. En el Viejo Continente se ha cerrado con descensos de hasta el 1,9%, mientras que a media sesión Wall Street también llegaba a caer hasta un 1%.
El Ibex 35 ha caído un 1,18%, aunque tras el anunció de Trump llegó a dejarse en torno al 2,5%. De esta manera, el índice español logra aguantar los 14.000 puntos que tantos años le ha costado recuperar, algo que no se veía desde mayo de 2008. El DAX alemán ha descendido casi un 1,5%, el FTSE 100 británico un 0,24%, el CAC40 parisino un 1,65% y el FTSE MIB de Milán un 1,94%, llevándose este último la peor parte.
Todos los índices han logrado aminorar las caídas iniciales pero no salvarlas. Y la volatilidad vuelve a instalarse en los mercados, tal como empiezan a destacar los analistas con esta nueva amenaza arancelaria que no hace otra cosa que recordar a lo vivido en el mes de abril con las políticas erráticas del presidente de Estados Unidos.
Wall Street también se ve golpeado por el último mensaje de Trump en su guerra arancelaria. En las primeras operaciones, el Dow Jones perdía un 1,15%, el índice Nasdaq un 1,60% y el S&P 500 un 1,19%, aunque a media sesión reducían el rojo a menos del 1% todos sus índices.
Ningún mercado occidental se salva de los vaivenes ocasionados por el presidente norteamericano pero el golpe final sobre los mercados ha sido menos virulento que el que sucedió a principios de abril. Todo dependerá, asimismo, de hasta dónde llevará Trump su pulso con Europa y cómo responderá la UE a las nuevas amenazas.
Lo ocurrido en abril explica a la perfección el 'modus operandi' de Donald Trump. A principios del mes decretó su guerra arancelaria, para después rectificar, aunque a medias, y tras la reacción del mercado. Tras el fatídico 'día de la liberación', el dos de abril, los parqués de todo el mundo empezaron una caída de dos dígitos que hizo que se dejaran 9,2 billones de euros (la mitad del PIB de la UE) en apenas una semana, según una estimación de la agencia Bloomberg.
Cuando el pasado 10 de abril la Casa Blanca aplicó una moratoria de 90 días a la parte más gravosa de los aranceles que había impuesto virtualmente a todo el mundo -dejándolos en una tarifa base del 10%- y después de que la UE recogiera ese gesto haciendo lo propio con su respuesta a la tasa sobre el acero y el aluminio, los expertos señalaron al caos bursátil generado en los días previos como una de las razones principales del cambio de rumbo de Trump.
En casa, Trump se tuvo que enfrentar a un conato de rebelión en el seno de su Gobierno, donde crecía la preocupación por un retroceso del PIB que coincidiera en el tiempo con un repunte inflacionario -avivado por los propios aranceles- que dejara poco margen de maniobra a la Reserva Federal. Y añádase a esto el hecho de que en esos días hubo ventas acusadas y simultáneas de acciones y bonos del Tesoro, hecho que avivó los temores de que la deuda soberana estadounidense estuviera perdiendo su atractivo como valor refugio y el mundo se alejara del dólar, la primera arma del poderío americano.
Pues bien, pasado un mes, Trump asegura que «las conversaciones con la Unión Europea no avanzan» y ha decidido volver a abrir la caja de Pandora.
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