Tenis
Del número 1 a las dudas: a vueltas con la derrota de Nadal en Cincinnati
Lesiones y derrotas lastran al balear en el sprint final de una exitosa temporada. El US Open, última parada
Nadal, durante su etreno en Cincinnati
Tan fantástica fue la primera parte de la temporada de Rafa Nadal como de difícil digestión está siendo la segunda. El tenista español se sorprendió hasta de sí mismo al ganar el Open de Australia el pasado enero, su Grand Slam número 21 («No ... contaba con él», declaró), un éxito que acompañó con una de sus mejores rachas de victorias de su carrera, 20 nada menos, y con dos títulos más en Acapulco y Melbourne.
Un vuelo impecable que chocó con su primera bolsa de aire en marzo en Indian Wells, donde tuvo que retirarse en la final contra Taylor Fritz debido a una fisura por estrés en una costilla, dolencia que lo tuvo alejado de las pistas seis semanas. Golpe del que se recuperó de una manera inhumana al ganar Roland Garros con una superioridad insultante. Fue ahí, en el ecuador de la campaña, cuando todos los males formaron un aquelarre para atormentar al balear. Derrotas, falta de ritmo y su némesis particular, el síndrome de Müller-Weiss en su pierna izquierda, han creado un difícil sendero para el tenista, carretera sinuosa que le llevó a abandonar a las primeras de cambio el Abierto de Cincinnati en la madrugada de este jueves, tras caer contra el croata Borna Coric.
«Obviamente, no he jugado mi mejor partido. Es algo que puede suceder. Tradicionalmente este torneo ha sido complicado para mí. Así que al volver tras un período duro, es algo sencillo de aceptar y es fácil dar la enhorabuena a Borna, ha jugado mejor», declaró Nadal tras la eliminación en Estados Unidos. «Es complicado sacar lecturas positivas», aseguró el español de forma reflexiva, en la búsqueda de un empujón anímico que le ayude a acabar por todo lo alto la temporada, que tendrá en el Open de Estados Unidos (29 de agosto) su gran final.
La decepción es inevitable porque Nadal llegó a Cincinnati con la posibilidad de salir del estado de Ohio como número uno del ránking ATP y son las dudas las que le acompañan tras su breve desempeño en la pista norteamericana. Necesitaba el español minutos sobre el asfalto antes de llegar a Nueva York, una práctica recurrente en su carrera, paso a paso, bola a bola en los torneos satélite y llegar con el corazón a cien para las grandes citas. Por eso, la derrota en Cincinnati ha caído como un yunque.
Sin embargo, Nadal confía en sus opciones para retomar el ritmo. «Conozco el camino. Lo principal para mí es estar sano. Ha sido una lesión complicada de manejar, siendo sincero», explicaba el tenista sobre el desgarro abdominal que sufrió en los cuartos de final de Wimbledon, lo que le tuvo apartado un mes y medio de la competición. «Necesito mirar adelante y comenzar a pensar en la energía que la grada me da en Nueva York. Es un lugar muy especial para mí y lo disfruto. Allí he vivido momentos inolvidables y voy a dar lo mejor cada día para llegar preparado». Nadal, dispuesto para el acelerón final.