Más escalofríos en Osijek

En el punto más comprometido, en este dobles en el que Croacia contaba con más igualdad porque los puntos son más cortos y menos tácticos, España se fue empequeñeciendo sin saber reaccionar ante los ánimos croatas, impulsados por la ilusión de una grada que apenas se creía lo que acababa de suceder. Se intentó y se peleó, pero Feliciano López se mostró irregular y Marc López tampoco pudo sostener a la pareja.

Nada presagiaba la tormenta porque ni siquiera cuando los croatas rompieron el saque de Feliciano López en el sexto juego del primer parcial se dejó de creer en que la pareja campeona de Roland Garros 2016 fuera capaz de remontar. Apenas un par de juegos más tarde, Marc López lograba el empate. En el tie break , España se sentaba con una sonrisa. El sufrimiento parecía que iba a empezar y terminar ahí.

Sin embargo, la Davis, ya se sabe, entiende poco de títulos anteriores y se centra en la emoción del momento. Como un calco del primer parcial, con el saque de Draganja, Croacia volvía a ponerse por delante. Y como en un deja vu , otra vez el servicio de Marc López recuperaba la desventaja solo dos juegos después. Pero el guion se quebró en el tie break . Capaz el equipo español de remontar del 2-5 al 5-5 , Draganja aprovechó su mejor saque para impedir que los López lograran más ventaja en el marcador.

Feliciano puso levantar la primera opción de set, pero no ya la segunda, con un Draganja al que no le importó quién estuviera al otro lado de la red y sí los que tenía abarrotando la grada del Gradski con gritos de «Croacia, Croacia». Los locales arrebataron la sonrisa a España, que se lamentaba en su banco de algunas oportunidades perdidas. Como esa bola de set con 6-5 y saque de Marc López que devolvió Mektic y que la cinta convirtió en peso muerto en el campo español.

Se crearon otras opciones en el tercer set, con un Marc López que intentó llevar a su terreno a los croatas e impedirles pensar en el fondo. También Feliciano, aun con la espalda decorada con tiras compresoras, aportó saques directos para que el partido volviera a decidirse en el tie break . Pero allí, el de Toledo bajó un punto su agresividad y efectividad en la red. Una doble falta inoportuna brindó la bola de set a Croacia, que remató en la red la sorpresa y la vuelta en el marcador. A España le tocaba remar más que nunca.

Transcurridas tres horas de partido, los López se marcharon al vestuario. Un refresco para airear la cabeza después de que, por dos veces consecutivas, los tie breaks cayeran del lado croata. Con la mente despejada, España jugó a ser España . Derechas contundentes de Marc y atajos en la red de Feliciano. Ayudó hasta quedarse sin voz ni manos el grupo de unos cuarenta españoles que se han desplazado hasta Osijek, algunos incluso viajando en coches desde Valladolid, Vinaroz o Cádiz.

Pero España se ha abonado al sufrimiento en esta eliminatoria de Copa Davis y todavía tocaba aguantar otro chaparrón croata. También frescos tras el paso al vestuario, Draganja lideró desde el fondo para subir el primer break al luminoso del quinto set. Al saque de Feliciano López, por cuarta vez en el encuentro. Y hasta Mektic, hasta el momento el más errático de los cuatro jugadores, se atrevió a enlazar saques directos para confirmar la rotura.

Devaluada como dicen algunos o no, la Davis guarda siempre un plus de adrenalina de la que es difícil escapar. Ocho minutos duró el tercer juego , agónico saque de Marc López en el que España volvió a dejarse presionar por los croatas con demasiada facilidad. Aguantaron los López con más corazón que cabeza, conscientes de que un nuevo break minaría todavía más sus esperanzas. Un penúltimo arrojo de orgullo sacó a los españoles del atolladero, pero todavía por debajo en el último set.

En el último giro de este guion de suspense, España tuvo una opción de volver a levantar el break en el octavo juego. Una doble falta de Draganja brindó esa opción. Pero Feliciano no aguantó bien en la red y un posterior ace del croata desbarató las ilusiones. Solo quedaba recurrir al corazón para remontar en un último juego, con 5-4 y saque croata. Pero esta vez las ideas y los golpes acertados no llegaron a tiempo. El equipo español se mete en un lío que deberán resolver Bautista y Carreño mañana, en los partidos individuales. Para ambos, una única opción: ganar. Eso es Copa Davis: emoción, tensión, nervios, gradas y épica.