Serena Williams, un muro imposible para Carla Suárez

Cualquier pronóstico hubiese condenado de antemano a Carla Suárez, ya que los números de Serena Williams son abrumadores en el espejo comparativo de ambas jugadoras. La estadounidense es la segunda tenista con más trofeos del Grand Slam (19), solo superada por la alemana Steffi Graf (22), y una de las más prolíficas en títulos individuales del circuito (65). En Miami, además, juega como en el jardín de su casa . Había ganado siete veces antes de ayer sin perder una final. Lleva trece años en la cumbre, ya que la primera captura en Miami la obtuvo en 2002.

Y no es cuestión de leyendas o pasados, sino de rabiosa actualidad. Serena no ha perdido ningún partido en la pista este curso (solo dejó de disputar la semifinal en Indian Wells por lesión) y su porcentaje de éxito a lo largo de su vida rebasa ya el 85 por ciento.

La menor de las Williams expuso su exuberante estado de forma en la primera manga. Un 6-2 demasiado duro para Carla Suárez, cuyas prestaciones en la cancha no merecieron una reprimenda tan severa. Como le dijo su entrenador en el descanso, la distancia era menor de lo que decía el marcador.

Serena Williams arrancó con confianza, pero sin arriesgar en los golpes más allá de lo razonable. La española comenzó más nerviosa, con dos dobles faltas en su primer ronda de saques, y sin soltar el brazo en su revés. Con la derecha mantuvo a raya a la americana, pero con el revés dejó bolas muy blandas para la número uno mundial.

La Williams también cometió fallos, pero siempre arregló cualquier contratiempo gracias a su poderoso saque. En un momento de complicación, con 3-2, logró dos «aces consecutivos que la aliviaron de inmediato.

En el segundo set ya no hubo partido. Serena Williams siguió al mismo nivel de intensidad y velocidad y Carla Suárez se vino abajo sin remisión. Mentalmente bloqueada ante la variedad de golpes de su rival, la canaria no pudo pensar con claridad y se derumbó por completo hasta el 6-0 y la derrota en la final de Miami.